domingo, 2 de julio de 2023

Renault 4 Furgoneta - Cambio de latiguillos delanteros.

 Dos ITV's llevo falladas por descompensación de frenada en el eje delantero.  Hace unos meses cambié la bomba y lo primero que pensé es que dejé los frenos mal purgados.

Con Pepe, después de cambiar la transmisión del lado izquierdo, volvimos a purgar las dos pinzas delanteras, pero no funcionó.

Necesitamos hacer manos de mecánica para un futuro viaje que tenemos en mente, así que en vez de delegar en un taller, el domingo, junto a Gema, nos ponemos manos a la obra para cambiar los latiguillos, la segunda posible causa del problema.

1º) Lo primero es quitar la rueda, obviamente.

2º) Aseguramos el coche con el gato, una borriqueta y la propia rueda que hemos desmontado

3º) Desmontaje del latiguillo viejo

    a) desenroscamos el racor del extremo superior del latiguillo con una llave fija del 10 o una específica de racores del diez.

     b) Sacamos la tubería de freno del latiguillo

Para ello hacemos fuerza con los dedos hasta sacarla.

    c) Quitamos una grapa metálica que fija el latiguillo a la carrocería.

Podemos hacerlo con un alicate pico de loro o un alicate de presión... yo me apañé en un lado con el pico de loro y en el otro, que estaba duro a rabiar, con un alicate de presión.

    d) Desenroscamos el extremo inferior del latiguillo con una llave fija del 17

    Este extremo, el macho o la parte con rosca, tiene una arandela de cobre que debemos reutilizar al instalar el nuevo.

Como el líquido de frenos es nuevo, hago chorrear el latiguillo en un bote limpio para poder reutilizarlo.

   4º) Limpiamos las salpicaduras del líquido de frenos.

Es un líquido corrosivo, así que mejor no dejar ni rastro de lo que se haya derramado sobre el chasis.





5º) Instalamos el nuevo latiguillo empezando por su extremo inferior, el que rosca en la pinza de freno.
        No olvidar poner la arandela de cobre que hemos quitado del latiguillo viejo.



6º) Ponemos el extremo superior del latiguillo, llevándolo a su sitio del chasis y poniendo la grapa que lo fija.

    La grapa entra a presión, lo normal es que haya que meterla a martillazos.


7º) Roscamos el racor del tubo de freno en el latiguillo.

Aquí ya está roscado.  En mi caso sobran unos hilos de rosca, pero eso es normal.

8º) Montamos la rueda

9º) Purgamos los frenos

No tengo fotos del proceso. Para purgar los frenos al "modo tradicional" hacen falta dos personas y 4 manos.  

En resumen:  se empieza por la rueda más alejada de la bomba de freno, en nuestro caso la trasera derecha, para posteriormente continuar a la siguiente más alejada (la trasera izquierda) y luego la delantera derecha, hasta acabar con la delantera izquierda.

Una de las dos personas (Gema, en este caso)  bombea el pedal del freno 4 ó 5 veces y acaba el proceso manteniendo el pedal pisado hasta el fondo.

Con el pedal pisado a fondo, la otra persona (el menda), con una llave fija del ocho, abre el purgador de la pinza para que suelte el líquido mezclado con aire unos segundos y cierra el purgador.   Se repite el proceso las veces necesarias hasta que sólo salga líquido por el purgador.

A fin de no tirar el líquido a la calle, lo suyo es conectar un tubito de plástico al purgador para que eche el líquido a un bote.

Como el líquido de frenos de Tonelete está recién cambiado de cuando pusimos la bomba nueva, he utilizado parte de ese líquido para ir rellenando el bote de expansión.  A fin de evitar que en el proceso dicho líquido se mezclase con alguna partícula de polvo o tierra, utilicé un filtro de papel para filtrarlo.


10º) Tercer asalto a la ITV, que Dios reparta suerte.

miércoles, 26 de abril de 2023

Mejora de la iluminación de serie en un Renault 4. Bombillas R2, instalación faros H4 (desmontaje y montaje).

 Punto de partida

De fábrica, los Renault 4 llevaban en sus faros principales bombillas halógenas R2 con casquillo PT45 (casquillo europeo) de 40/45w de potencia. Estas bombillas, en general,  no iluminan un carajo, aunque como en todo, hay marcas y modelos que matizan esta afirmación. Por ejemplo  Las Phillips R2 Visio  son una buena opción si no nos queremos mover de los 40/45W. Si te interesan están disponibles, por ejemplo,  en Amazon Oscaro 

Bombilla original Renault 4, con casquillo PT45 y bulbo redondo.  


Mejora primera: Cambio de tipo de bombillas

Hoy en día existen soluciones fáciles y legales para mejorar la iluminación de fábrica. Por ejemplo, las bombillas Hella 8GJ 004 173-121 son compatibles con casquillo europeo (PT45) y suben la potencia a los 60/55W con un coste por bombilla de 3,24€ en Amazon (en el momento de escribir esta entrada)

Bombillas Hella HR2 que suben la potencia a 60/55W y van montadas en casquillo PT45

La apariencia de la bombilla es igual que una H4 actual, pero el casquillo es diferente

Estas bombillas funcionan genial, la diferencia con las originales es abismal y no hay que cambiar, adaptar ni homologar nada para llevarlas de manera legal.  

Por lo que vale el juego, 6,50€, verás y serás visto, son suficientes como para no echar de menos faros más potentes.

Bombillas Hella HR2 de 60/55 vatios.

También existen bombillas H4 montadas sobre el casquillo europeo, pero no son legales.  La potencia en este caso llega a los 60/65 W, pero el calor que despiden podría derretir el interior del faro.

Mejora segunda:  Sustitución de los faros originales, por ópticas compatibles H4

Estos faros eran un accesorio disponible en la época. Hoy son difíciles de encontrar, pero no es imposible.  Para mi suerte, encontré unos nuevos en Wallapop de la marca Hella. 120€ es un precio razonable si los encuentras por ahí. Los hay de varias marcas únicamente tener cuidado de evitar Depot.


Estos faros, que como accesorio específico, no requieren ninguna modificación en el vehículo ni tampoco homologación a posteriori (los faros llevan la homologación en el cristal), permiten llevar bombillas H4 convencionales, con muchas opciones en el mercado y fáciles de conseguir en cualquier parte.

Vamos a detallar la instalación:

Desmontaje de las ópticas

1º Desmontar la calandra

Para desmontar los faros, es necesario quitar antes la calandra, ya que salen hacia delante.

Calandra de TONelete, Renault 4F 1990.

Los tornillos que sujetan la calandra se encuentran en el vano motor y son 7.  Los que se ven en la foto, y dos más, uno a cada lado de cada faro.

Tornillos que sujetan la calandra, más dos más, uno al lado derecho de cada faro.

Para quitarlos necesitaremos una carraca con vaso de 10 mm.


2º Desmontamos los faros

Con la calandra desmontada, ya tenemos acceso a los soportes de los faros.


El faro está sujeto por dos puntos uno superior y otro inferior identificados en la foto como 1º y 2º.  Para soltarlo NO hacen falta herramientas.


Para desmontar el faro, lo primero es soltar el soporte superior, empujando la pestaña hacia arriba. Liberando este punto, y tirando del faro lo basculamos hacia delante.


Anclaje superior del faro.  La pestaña agarra el faro por presión. La levantamos y soltamos el faro por arriba.

El faro sigue cogido por su parte inferior, por esa especie de muelle. Ese muelle no hay que manipularlo.  El faro está enganchado a él por una pestaña. como ya tenemos el faro libre del anclaje superior y basculado hacia delante, solo tienes que levantarlo para soltarlo.  




Anclaje inferior del faro. No hay que manipular el muelle para soltarlo.

Si con la explicación no te ha quedado claro y eres de los que prefiere un vídeo que detalle el desmontaje, aquí lo tienes.


Faro desmontado.


2º Montamos los faros H4

Necesitamos una carraca con vaso del 10, los faros, unas bombillas H4 y, en el caso de este modelo de Hella, una lima.



Aspecto de los faros H4 con la homologación troquelada en el cristal.


Según la caja, los faros son específicos para R4 y R8, pero no entran.   Las pestañas que soportan los tornillos de regulación tropiezan en el hueco y no pasan.

Momento de usar la lima.  Quito un par de milímetros por pestaña y soluciono el inconveniente.




Para el montaje seguimos el orden inverso al desmontaje, es decir, comenzamos anclando  la pestaña inferior del faro en su sitio junto al anclaje en forma de muelle y luego lo enganchamos en el superior empujando hasta encajarlo.

Dejo un vídeo para despejar dudas.




3º Montamos la calandra

Empezando por el central superior, para evitar que la calandra se nos caiga, montamos los 7 tornillos que la unen al capot.


4º Montamos las bombillas H4

En todos los faros que conozco, las bombillas van sujetas con una especie de alambre que las mantiene unidas al faro por presión.  El sistema varia un poco según el faro, pero básicamente es siempre lo mismo.

En este caso movemos los extremos del "alambre" señalados con flechas amarillas hacia delante y lo liberamos del faro.

Sacamos la tapa señalada con la flecha roja y dejamos libre el hueco para poner la bombilla.


He tirado la casa por la ventana y he comprado unas bombillas que me han dado muy buen resultado en vehículos "contemporáneos" las Philips WhiteVision Ultra. Me han costado 25€ la pareja y vienen con dos bombillas más, que supongo que son para pilotos de posición de un coche moderno.


Poner la bombilla en el faro no tiene misterio, el casquillo tiene tres pestañas y sólo tienen una posición en la que encajan bien.

Conectamos la clema de alimentación eléctrica y listo. Montaje terminado.


5º Regulamos los faros

Efectivamente, aún no hemos terminado, falta lo más importante: la regulación de la altura y orientación  lateral del haz de luz.

El faro tiene dos tornillos de regulación a los que se accede desde el lado de la calandra.

El superior marca el desplazamiento lateral del haz, mientras que el inferior regula su altura.


Voy a explicar la regulación de los faros, de acuerdo al manual de usuario de la 4F y al final, facilitaré también, a modo de alternativa un enlace a un vídeo donde un youtuber lo explica fenomenal.

Tendremos que buscar un lugar oscuro y que nos permita alejarnos de la pared una distancia lo más aproximada posible a los 10 metros.

Marcamos en la pared una línea horizontal a tres cuartas partes de la altura del centro del faro.  Así, en el caso del r4, la altura al centro del faro son 60 cms y marco con cinta de pintor una línea horizontal a 45.

En dicha línea horizontal, marcamos con cinta perpendicular también la distancia entre faros y el centro de la misma.

Marcas realizadas en la pared del garaje, para la regulación de los faros. 

Colocamos el coche centrado sobre dichas marcas perpendiculares.

Según el manual, primero con las luces largas encendidas, regulamos la altura hasta dejar el haz de luz justo a la altura de la cinta sin superarla.

Cambiamos las largas a luces de cruce para regular la dirección lateral del haz de luz. Para ello utilizaremos el tornillo superior. Se trata de dejar el centro cada faro en la cruz que marcan la cinta horizontal (3/4 altura del faro) con la cinta vertical que marca la posición de cada faro respecto al eje horizontal.

Es posible que después de regular la orientación lateral, tengamos que volver a corregir la orientación vertical.

Foto durante el proceso de calibrado de los faros delanteros


Como colofón, enlazo un vídeo del canal de Armando Carros, un chico mejicano que lo explica bastante mejor que yo 


Y esto es todo, espero que la entrada sea de utilidad.  No os privéis de hacer los comentarios/correcciones/sugerencias que estiméis oportunos.  A este blog le falta constancia por quien lo escribe y participación de quienes llegáis hasta él.

domingo, 26 de marzo de 2023

Cuando encuentras lo que saliste a buscar (3ª parte y última)

Tercera y última parte de esta historia que viene de aquí:

Primera parte

Segunda parte 


Día 13 - 19 de octubre 2022 - Alhucemas - Playa Sfiha - Nador 126 kilómetros.

Inauguramos el miércoles desayunando enfrente del Hotel Riff, con el guión del día prácticamente en blanco. Estamos entrando en la recta final de nuestro viaje y aunque seguimos sin tener prisa, ya no podemos remolonear.  La premisa sigue siendo que cada lugar que visitemos deje en nosotros el máximo poso posible. Menos es más.

Alhucemas villa,  nos conduce en un paseo sin rumbo por algunos de sus rincones con más solera. Imposible no detenerse unos minutos en la que nació como Plaza Florido y hoy es la Plaza del Riff.  El centro neurálgico de la ciudad durante la época española. 

10:02 - 2022 -Plaza del Riff - antigua Plaza Florido, el centro neurálgico de la ciudad durante la época del protectorado.


Plaza Florido durante la época del protectorado

Poco a poco, las calles junto al mercado van cobrando vida. Destacan ante nuestros ojos, los puestos de pescado.  El género es de tanta calidad como variedad, y los precios para un bolsillo español medio, son como para volverse loco.    Al no poder llevarlo, nos consolamos tomando conciencia de la buena salud de la que aún dispone el mar en estas latitudes.  Se trata de una simple ecuación: menos humanos igual a naturaleza más viva.  Así de simple...y triste.

Nuestros pasos nos conducen dentro del mercado. Imposible que nuestros sentidos no se enfoquen en los puestos de especias.  No nos gusta el regateo, así que después de una primera vuelta de reconocimiento, elegimos un puesto que exhibe sobre su mercancía carteles con los precios.  

El señor es sumamente agradable y se crea un clima de confianza en el que acabamos dejándonos llevar  haciendo buen acopio de dátiles, jengibre, pimienta y algunas otras variantes con las que quisimos experimentar.  

El intercambio fue satisfactorio: salimos de allí con un montón de bolsas y quedó el tendero con unos buenos dirham en el bolsillo. El resultado:  todos contentos.

10:25 mercado de Alhucemas

En nuestro paseo de regreso al hotel damos con una pastelería llena de gente y... abejas. 

Si las especias y los dátiles nos encantan, la repostería oriental es nuestra perdición.  Así que, una vez sobrepuestos a la presencia masiva de abejas, que campan a sus anchas sobre parte del género, empezamos a salivar. Al fin y al cabo, la miel, que es parte fundamental de estas delicatessen, es obra suya.  

El lugar en cuestión se llama "Patisserie 4 Cereales" y de allí sacamos unas cuantas cajas bien surtidas para deleite de nuestros sentidos y de nuestros afortunados familiares y amigos. 

Si por mi fuera, lo de bajarse al moro no tendría nada que ver con el hachís, si no con volverse cargado hasta las trancas de especias y repostería local.


10:43 Pastelería 4 Cereales esquina calle Oued Almakhazine con calle Amansour Adhahabi

Los Renault 4 son también vehículos en peligro de extinción en Marruecos, pero aún se dejan ver.  En Alhucemas vimos bastantes menos que en las zonas cercanas al Todra, pero dimos con unos pocos. Lo más sorprendente es, que aunque escasos, sí vimos todas las variantes, la berlina, la 4F y la F6 como la que queda bajo estas líneas.  

10:45 Renault 4 F6. Curiosidad: altura estándar de esta versión en todo el mundo 1,72 m... en todo el mundo salvo en España, que por temas de fiscalidad FASA las construía de 1,80 (Gracias Clemen)

Una vez en el hotel, llega la hora de recoger bártulos y poner fin a la visita a la ciudad. Aún no sabemos donde dormiremos hoy, pero sí sabemos cual será la última parada inexcusable antes de abandonar la región de Alhucemas: la playa Sfiha y el Peñón de Alhucemas.

Alhucemas Villa, más allá de las fabulosas playas de la región, es una ciudad que merece mucho la pena visitar.  Se nos hace cortísima nuestra estancia aquí. Un día más, probablemente hubiera sido la medida justa. Evidentemente no puede competir en belleza con Tetuán, ni Chaouen,  pero más allá de sus impresionantes playas, es una ciudad agradable, vital, tranquila, segura y con un carácter propio, rifeño, que es el más particular, de los distintos grupos que forman el conglomerado social marroquí, que conocemos.

Recogemos a TONelete en el parking y, después de despedirnos del vigilante que tiene unas palabras cariñosas para nosotros y nuestro 4L, echamos gasolina y partimos hacia Playa Sfiha

La gasolinera Shell, que está en la misma plaza del hotel y del parking,  tiene su historia y la conocemos por boca de su actual dueño, un chico joven que salió a saludarnos y que nos cuenta que su familia se la compró a un judío español al finalizar el protectorado, y que la han conservado tal cual, incluyendo un montón de registros y documentación en español.  

No existe un lugar para llenar el depósito de TONelete más adecuado. 

11:54 gasolinera Shell entre las calles Hassan II y Mohamed V.

Por el camino nos cruzamos con otro Renault 4F, la única 4F que he visto en Marruecos hasta la fecha,  y lo mismo puedo decir de la Renault 4 F6 a la que nos hemos referido unos párrafos antes. De hecho, hasta este viaje, pensaba que los modelos furgoneta no se habían vendido por estas tierras.

 Nos saludamos con unos toques de claxon y nos seguimos de cerca hasta que nuestros caminos dejan de converger casi en el desvío a playa Sfiha.  

Casi en la playa, en el primer mirador detengo el motor y bajamos.  Frente a nosotros Playa Sfiha y otro pedacito de España, el Peñón de Alhucemas.

Apartadero de la carretera desde, donde por primera vez, tenemos ante nuestros ojos el Peñón de Alhucemas y Playa Sfiha.

Playa Sfiha es uno de esos sitios que te eriza el vello de la piel.  Tenemos la suerte de visitarlo a mediados de octubre, cuando ya no hay turismo y disponemos casi en exclusiva de una vista maravillosa amenizada por la sinfonía del mar.  Hace calor y el baño no se discute. La vida nos está regalando uno de esos momentos en los que deja de ser compleja y nos muestra su lado maravilloso. 

12:22 Tonelete aparcado en Playa Sfiha mirando al Peñón de Alhucemas, español desde 1560 cuando fue entregado por el sultán saadí, Muley Abdalá a la corona española a cambio de protección frente a las invasiones otomanas.



Nos damos los mejores baños de mar de todo el viaje y, si lo pienso bien, a la altura de los mejores de mi vida (y no es decir poco). 

Cuando nos saciamos de agua, de sol y de hacer la croqueta sobre la toalla, nos damos un largo paseo sobre la orilla. 

Mientras caminamos, centramos nuestra atención en el Peñón, que junto a dos islotes cercanos, Tierra y Mar conforman las Islas Alhucemas. Desde la orilla parece increíble pensar en que en su tiempo, esos trozos de tierra a pocos metros mar adentro,  llegaran a albergar a 350 habitantes.

 Hoy, mientras que los dos islotes menores permanecen deshabitados,  el peñón se mantiene  permanentemente custodiado por una guarnición del regimiento de artillería mixto Nº 32.


14:05 Paseo por la playa Sfiha

De regreso a TONelete montamos la ducha portátil para quitarnos el salitre. Una ducha portátil no deja de ser una garrafa con una bomba sumergida, que está conectada, por una lado a una manguera terminada en un grifo de ducha y por el otro,  a una toma de corriente. 

Lo explico como curiosidad, porque uno de los pocos preparativos no mecánicos que le hicimos a nuestro Renault 4, fue poner una toma de 12 voltios con la función de alimentar esta ducha.  Y es que, aunque he vivido 9 años en una isla y me gusta el mar, llegado el momento de vestirse y marcharse, no soporto el salitre en la piel. 

Cuando le toca el turno a Gema, la playa desierta y, en concreto, la zona junto al coche, es invadida por un montón de escolares que van a hacer su clase de gimnasia junto a la playa. Estamos en un país musulmán y la cosa se complica un poquito, pues ni queremos molestar  ni tampoco renunciar a nuestras necesidades: una toalla, algo de maña y también Gema se libra de los restos de arena y salitre.

Junto a la playa encontramos un  chiringuito abierto.  Hasta ahora, la vista, el oído y el tacto han estado recibiendo grandes cantidades de sensaciones placenteras, falta el gusto por sumarse a la fiesta y vaya si le complacemos.  En una terraza, con una situación perfecta, comemos la mejor ración de sardinas a la brasa que puedo recordar.  

Por cierto la ración de 12 sardinas son 2,5 euros y  el total de dicha ración acompañada agua mineral y ensalada, y terminada con un café, nos sale por un total de 7,5 €. El sentido económico, que no sé si existe, también sale de Alhucemas plenamente satisfecho.

15:05 Peñón de Alhucemas visto desde uno de los chiringuitos playeros

15:26 Dando gusto al gusto.

Es hora de dejar la región de Alhucemas,  y ya tenemos destino probable para hoy, si nada nos hace cambiar de opinión al hacer camino, hoy dormiremos en Nador.  

El viaje entra en una fase bien distinta cuando cogemos de nuevo carretera y manta. El reloj sigue con su machacona insistencia, avanzando  a igual velocidad por horas, minutos y segundos, pero el billete de barco y la fecha de reincorporación a nuestros trabajos ya se distingue claramente en el horizonte y, aunque seguimos manteniendo la prisa a raya, ahora tenemos que seleccionar muy mucho nuestras paradas y el tiempo que les vamos a dedicar.

Treinta kilómetros más tarde hacemos una de esas paradas seleccionadas sobre la marcha, pero imprescindibles, y es que a pocos metros de la carretera presidiendo un paisaje lunar, un faro imponente nos atrae como un gigantesco imán.

No hay reloj que nos impida desviarnos y disfrutar de una de esas construcciones, hoy extrañas, que lejos de manchar la belleza de un entorno, contribuyen a engrandecerlo.

Evidentemente en ese momento no sabemos nada acerca de lo que estamos viendo, es mucho más tarde, documentándome para escribir esta entrada cuando descubro con agradable sorpresa que el faro es otro testigo mudo del paso de los españoles por estas tierras. 

Gracias a Google y a la Wikipedia, sé que el faro fue proyectado por el ingeniero Francisco Bardán Mate en 1928, reformado por Alfonso Caballero de Rodas y que lleva en pie sobre el Cabo Quilates desde 1930.  

Gracias a nuestros ojos y a nuestra presencia allí, también sé que hoy es un puesto de vigilancia militar marroquí.  Unos pocos soldados que nos observan  desde las ventanas y a los que saludamos nos invitan con gestos a que curioseemos por los alrededores con toda tranquilidad.

Tranquilidad relativa, porque el tic tac del reloj cada vez suena con más fuerza en nuestras cabezas.

16:57 Faro del Cabo Quilates. Coordenadas 35.283014998291996, -3.6807623555930524

Tan sólo 13 kilómetros más tarde, gastamos nuestras últimas balas turística, pero ¿Cómo no hacerlo?  Tras una curva de la carretera, queda ante nuestros ojos una de las playas más espectaculares que he visto en mi vida.  Hermosa, vírgen y solitaria si no tenemos en cuenta los omnipresentes puestos de vigilancia costera militar.  

Buscando la entrada, damos primero con la subida a Ijetti, que no sabemos ni lo que es, pero es que el paisaje de cárcavas en el que se adentra su desvío, es tan absolutamente brutal, que apenas un cruce de miradas basta para saber que no hay nada que decidir,  cogeremos esa carretera lleve donde lleve y Dios, ¡Qué absoluta maravilla!   


Lástima no tener más tiempo, lástima no disponer de un 4x4 para adentrarnos en el barranco que forman las cárcavas de la foto bajo estas líneas y lástima de guarros que ensucian algo tan perfecto como esto... pero gracias también, mil gracias a la vida por dejarnos estar aquí por unos minutos y poder presenciar una de las miles de maravillas naturales que aún nos sobreviven.

17:27 Ijetti - 35.23200236608884, -3.607486200939625

De vuelta a la N26, la cruzamos y por una pista de tierra avanzamos hacia la playa Sidi Driss.

No dispongo de buenas fotos, ni siquiera de una foto mediocre que pueda ser testigo de nuestro paso por este lugar.   Tan sólo dos fotogramas extraídos de la cámara de salpicadero. 

El tic tac del reloj ya retumba en nuestras cabezas con una fuerza que no podemos ignorar. Sobre la arena de esta playa lo lamento especialmente.  Me hubiera hecho muy feliz pasar dos o tres días "abandonado" con mi chica a lo Robin Crusoe ¿Se podrá acampar?  ¿Volveremos? No queda tiempo para esperar las respuestas, tenemos que seguir camino.

Playa Sidi Driss

Pista de regreso a la N26 con las cárcavas frente a nosotros.



Llegamos a Nador ya de noche tras recorrer 80 kilómetros desde nuestra última parada.   El oráculo de la Lonely, al que esta vez hemos acudido confiados y sin reservas, nos falla.  Ya no existe el hotel recomendado, pero preguntando se llega a Roma y la amabilidad local hace el resto.  Un par de calles más allá damos con el Hotel Nador.

El recepcionista es un tipo serio, más bien seco, pero una vez que nos enseña la habitación (doble y con baño) y nos dice el precio, 12 euros, nos cae de golpe fantásticamente bien, es la habitación más barata de todo este viaje, quizás de todos los viajes de mi vida. Está limpia, es amplia y tiene baño con ducha y agua caliente. No va más señores.

19:41 Hotel Nador

Baño completo de nuestra habitación

20:44 Hotel Nador

Nador es una ciudad fronteriza de grandes dimensiones, sin embargo el ajetreo de su población no parece corresponderse con su tamaño. El hotel está en el centro del centro,  junto a la estación de autobuses. Sin embargo parece carecer de ambiente comercial.  No podría definirla como una ciudad viva, aunque obviamente, mis impresiones son tan superficiales que no son como para ser tenidas en cuenta.

En lo que parece la calle principal junto a la estación, hay tres o cuatro restaurantes, al pasar por la puerta del primero nos preguntan de manera muy amable si queremos cenar... decimos que de momento no y la respuesta es muy cortés y va seguida de una sonrisa.  Valoramos muchísimo la no presión comercial y lo acabamos eligiendo como el restaurante donde degustar la última cena marroquí de este viaje... aunque lo fronterizo rara vez es 100% genuino, y el pollo asado y la guarnición de arroz que lo acompaña combina sabores de ambos lados de la raya fronteriza.

Es en Nador el único sitio donde vemos mendicidad, el único donde el ambiente de la calle no termina de darnos confianza y el único donde entendemos que no hay que prolongar el callejeo más que lo imprescindible.

Nos recogemos en el hotel después de pasar un gran día, la fase tres de este viaje, la que transcurre íntegramente en territorio marroquí, termina hoy. Hasta aquí todo ha salido espectacular. Muchísimo mejor que cualquier expectativa.

Gastos del día: 69,3€ (Incluye gasolina, 3 botellas de agua, 2 chocolatinas, comida, cena y hotel: **No incluye regalos)

Día 14 - 20 de octubre - Nador - Melilla  16 Kms.

Techo de la habitación
del hotel Riff

8:30 de la mañana, abro los ojos y se me escapa una sonrisa, el techo de la habitación parece repleto de rombos de Renault.

Nos levantamos con ciertos nervios, hoy es el día de regresar a España. Apenas nos separan 15 kilómetros de la frontera con Melilla y los queremos recorrer cuanto antes. 

Antes,  paramos en el bar de la esquina a desayunar. TONelete sigue en la puerta del hotel preparado para lo que le echen. 


9:11 abandonamos el Hotel Riff. TONelete nos espera en la puerta

Todo lo que hagamos a partir de ahora puede ser la última vez que lo hagamos en Marruecos. Hay planes de volver, pero nunca se sabe. Por si acaso, disfrutamos el desayuno local con la misma alegría de siempre, pero regodeándonos menos. 

Unos minutos más tarde estamos abordo de TONelete con el GPS guiándonos rumbo a Melilla.

De camino a la frontera, paramos en la primera casa de cambio que vemos abierta e intercambiamos los Dirham sobrantes por euros. 

Marruecos nos ha tratado fantásticamente bien, hemos superado todas nuestras expectativas,  pero este es un viaje de sólo 14 días y es  hora de ir cerrando capítulos.

Poco antes de las diez de la mañana, llegamos a la frontera.  Esta vez, en el lado marroquí los trámites son rápidos, apenas cruzamos un par de frases respecto al papel con el permiso del coche que nos expidieron en la frontera con Ceuta y que podemos seguir utilizando para entrar en Marruecos mientras esté en vigor.



Avanzamos por el carril fronterizo hasta que topamos con el paso custodiado por policía nacional y guardia civil. Estamos en casa.


La Guardia Civil revisa los bajos del coche, pero como en las otras ocasiones, la revisión es muy superficial, nos extraña sobremanera la ausencia de perros, que no nos registren el equipaje, y la ausencia de preguntas. 

No está en nuestro ánimo, pero después de pasar los 4 pasos fronterizos de Ceuta y Melilla, no me extraña que determinado producto de la huerta marroquí, sea tan fácil de encontrar en España.



Melilla

Melilla no es una ciudad más, he pasado aquí 9 importantes meses de mi vida, aquellos que coincidieron con mi servicio militar en 1998.

Tener recuerdos tan intensos de un lugar al que no he vuelto en 24 años, me tiene tenso.  Como ciudad, en su momento, me fascinó. Entonces, era la primera vez que veía comercios típicos españoles junto a bazares árabes y tiendas regentadas por judíos. 

Aquella convivencia armónica, sumada a un lado oculto de la ciudad que tardas tiempo en descubrir y, una marcha nocturna cojonuda en la que participé activamente, dejaron una huella imborrable en mi y muchas ganas de volver. 

En el 98 yo tenía 24 años y, han tenido que pasar  24 más,  para volver a pisar su suelo.

¿Cuánto quedará de la Melilla que conocí?  aunque la pregunta verdadera sería ¿Cuánto quedará en mí, de aquel yo?

Las expectativas del regreso en el que un día pensé, se han modificado sustancialmente pero persiste con fuerza el espíritu de aventura. Es hora de redescubrir sus rincones.

Seguro que ninguna guía de viaje recomiende empezar la visita a la modernista Melilla por El Club de Tropa Cabo Noval y, sin embargo,  es el único lugar de esta ciudad cuya visita no me hubiera saltado por nada del mundo

Ya no nos hace falta el GPS, podría llegar desde cualquier punto casi con los ojos cerrados. Es el Km 0 de mis batallitas militronchiles.

Apenas llegamos a la Hípica y doblamos por la calle Héroes de Alcántara, pasamos por la puerta del Cuartel de Caballería  y, en cuanto tomamos el Paseo Marítimo nos topamos con él.



10:10 Club de Tropa Cavo Noval

Acabada la instrucción en el Regimiento de ingenieros, gracias a los contactos de José Miguel, un amigo de mi padre,  pude elegir entre realizar el resto de la mili en el servicio jurídico del ejército o el Club de Tropa.  Tras un poco de investigación previa, puse en una mano infinitas guardias y un dudoso añadido a mi currículum y, en la otra,  unirme a los barbudos, desaliñados y juerguistas del Club de Tropa... mis 23 años decidieron por mí.

Entre otras cosas, los moradores del Club, dejaban de vestirse de militar (a excepción de las imaginarias), los mandos no pernoctaban allí y, teníamos la llave de la puerta de entrada, que metafóricamente, también abría de par en par las de la juerga nocturna local.

Pedimos permiso para entrar y echamos un vistazo. Ahora es un club semi-civil donde los servicios son atendidos por una contrata. Mis ojos se detienen en lo que antes era la peluquería que evidentemente, ya no existe. ¡Qué pena! me hubiera encantado reencontrarme con el Peluki, ¡Qué gran tipo!   Los años no han borrado su cara de mis recuerdos, aunque sí su nombre real, que tampoco sé si lo usaba mucho, ni si lo llegué a saber alguna vez.

Tampoco está el locutorio donde acabaron mis huesos, ni el kiosco/bazar que se había montado uno de los subtenientes. Sí sigue el gimnasio que en aquellos tiempos llevaba mi compañero Iván y el servicio de cafetería/restauración, aunque se nos aconseja insistentemente no hacer uso de él. Lo que sí tienen ahora, es una piscina que parece el principal reclamo para usuarios no militares.


Entrada Cuartel de Caballería (foto Facebook Onda Cero)

Siguiendo por la avenida marítima y anexo al Club está el Cuartel de Caballería, donde juré bandera, hoy  abandonado y casi tan en ruinas como el el barracón pegado a él donde dormíamos los que ya éramos "bisa".  Parece mentira que "esa cosa" una vez fuese el lujoso domicilio (al menos en el ámbito militar) de un puñado de militronchos y un pastor alemán, que por cierto, fue el primer perro del que me encariñé. También había un coche medio averiado que guardaba allí uno de los subtenientes. Si cierro los ojos un momento me parece que estoy viendo a Juanillo subido a aquel Seat Málaga  con el que casi acaba empotrado contra la puerta de chapa.

Aspecto actual y ruinoso del barracón  donde dormíamos los veteranos del Club de Tropa

Fachada del barracón de los veteranos del Club

Después de esta primera parada Melillera,  seguimos camino por el Paseo Marítimo hasta la Plaza de España doblamos por el Parque Hernández y aparcamos en el primer sitio que vemos.  Estamos al lado del  Hotel Nacional la segunda y única reserva que hemos hecho en todo viaje.

En Melilla, al igual que en Ceuta, escasean las posibilidades de alojamiento y si hablamos de precios relativamente asumibles, el Nacional es la mejor baza. 

Estamos contentos con la elección, además, nos dejan entrar bastante antes de las 12, lo que nos libera del equipaje y nos da alas para visitar la ciudad.

Habitación (en uso) del Hotel Nacional





Lo que más nos gusta de la habitación es el baño
 que se parece bastante al de casa

Una vez instalados, salimos a pasear la ciudad, que sigue siendo tan bonita como la recordaba. De camino al puerto no puedo evitar convencer a Gema de que me acompañe a ver que es lo que queda del antiguo  Cargadero de mineral, conocido entonces  simplemente como "El Cargadero" .  Antigua zona de marcha salvaje tipo bajos de Argüelles en Madrid.  

Allí vi de todo, participé de muchísimas risas, bebí innumerables Mahous y lo pasé francamente bien, pero también era zona de peleas y de conflictos varios. 

En algún momento no muy posterior a mi partida debió de haber un lío gordo y la autoridad decidió echar el cierre para reconvertirlo en una galería de oficinas con el mismo ambiente de un tanatorio. 

La silueta del Edificio V Centenario, sin inagurar en 1998 y hoy sede de los juzgados y de parte de la administración civil de la ciudad nos indica la dirección de salida

13:54. El Cargadero.  Esta galería donde hoy hay sedes de partidos políticos, emisoras de radio, estudios de teatro y cosas por el estilo, era en 1998 un animoso centro de marcha melillense.

Por cierto si algo ha envejecido mal, es el susodicho edificio.  Se proyectó para ser terminado en 1997 y en 1998 no estaba inaugurado, pero lucía un aspecto impresionante.  Hoy, parece ser que la humedad y deficiencias varias en los materiales usados, lo han envejecido prematuramente y parece un mamotreto fuera de lugar dedicado a fines que nada tiene que ver con aquellos para lo que fue proyectados.  

Para muestra un par de botones: el platillo que corona las dos torres de 11 plantas, se diseñó para ser un restaurante panorámico y ha acabado siendo la sede de los Juzgados de lo Contencioso Administrativo y, tanto el ascensor panorámico como el recubrimiento de cristal que envolvía las dos torres,  directamente desmantelados por corrosión aguda de la estructura. 

Ahora sí, conduzco a Gema hacia Melilla La Vieja, la Melilla antigua e impresionante ciudadela que se empezó a construir en el siglo  XV sobre la roca que sirvió de asiento a la antigua Rusadir de fenicios y romanos y que con sus más de 2000m de longitud es uno de los recintos amurallados más grandes de España

Igual que me pasó a mí en su día, Gema queda sorprendida con la belleza de la vieja Melilla y el desconocimiento total que tenemos de la misma en la España peninsular. Mires donde mires y a pesar de que la mayoría de los edificios tienen fines defensivos, el conjunto está en perfecta armonía con el entorno natural donde está ubicado.

Las calas bajo sus muros, no eran de acceso público en 1998, pero ahora hay una escalera que te deja en plena Ensenada de los Galápagos, una calita que tenía grabada a fuego en la memoria por el llamativo color turquesa de sus aguas cristalinas y que se conserva tal cual.

Playa de la Ensenada de los Galápagos en Melilla la vieja

Tampoco recordaba que fuese posible el llegar fácilmente hasta la Cala Trapana y sin embargo, desde donde tomamos la foto, parece que también hay acceso fácil.

12:54 Cala de Trapana - Melilla la vieja. Aunque no lo parezca, el acceso es relativamente moderno.

Durante la visita tenemos acceso libre a algunos de los museos que allí se ubican, las fuerzas no dan para mucho ya, y nos conformamos con uno de naturaleza militar.

12:49 Melilla La Vieja

Nos cuesta abandonar Melilla La Vieja, pero aún queda mucho por pasear.  Melilla es una ciudad conocida por su arquitectura modernista, siendo la mayor representación española de esta corriente después de Barcelona. 

Todo es de una belleza y un equilibrio que convierten los paseos por sus calles en una auténtica gozada. 

Otra característica que salta a la vista y que nos llama mucho la atención, es lo extremadamente limpia que está la ciudad... ni un puñetero papel se ve por el suelo.  Hemos viajado un poco y, ni siquiera en los países nórdicos he visto una limpieza tan extrema.

Me faltan muchas fotos para expresar gráficamente mis palabras, pero a estas alturas del viaje las energías empiezan a resentirse.  Debatimos sobre éste tema ¿Estamos cansados por llevar dos semanas de viaje o por ver  próxima la vuelta a la rutina en Madrid?  

Dicho de otra manera, ¿Aguantaríamos 2 meses de viaje o nos hemos hecho demasiado mayores para poder disfrutar de un viaje de gran magnitud.

En esas cavilaciones estamos cuando sí me hace sacar la cámara y vuelve a llamar  mi atención lo que hoy es el controvertido monumento "Héroes de España", un superviviente de la época de Franco,  al que intentando salvar de la quema de la Ley de Memoria Histórica se ha retirado el yugo y las flechas y la frase "Una, Grande y Libre".   Yo lo conocí, íntegro en 1998 y ya era anacrónicamente llamativo.

Después de tomar un aperitivo por la zona, un cambio que empieza a hacerse evidente y que no tardamos en confirmar, es que ya no es la ciudad barata que era en el 98.

Cuando hice la mili la mayoría de los chavales íbamos escasos de recursos, pero con lo poco que podíamos rascar de los bolsillos, nos podíamos permitir alternar día sí, día también. 

Hoy, no es que nade en la abundancia pero me manejo con un margen superior y, seguro que al ritmo de entonces y con los precios de ahora, no hubiera aguantado ni diez días antes de certificar la bancarrota.


Monumento Héroes de España, también conocido como "Una, grande y libre"... Quizás cuando publique esta entrada haya sido retirado por causa de la Ley de Memoria Histórica.  En 1998 aun lucía el yugo y las flechas y la frase de Una, Grande y Libre

De vuelta al Paseo Marítimo y estirando al máximo los fondos vacacionales, hacemos parada técnica en el Mc Donalds. 20€ nos cuestan dos menús, casi el triple de lo que pagábamos de media por comer o cenar al otro lado de la frontera comida sana y fresca.

Después de descansar un rato en el hotel, seguimos recorriendo la ciudad hasta poner fin al día cenando de tapeo entre los locales "La Cervecería" y "La Cantina". Los gastos del día suben exponencialmente y nuestra satisfacción culinaria da un paso atrás.  Ceuta nos parece una ciudad  algo más asequible y los sitios de tapeo, bastante mejores.

Gastos del día: 97€ (incluye desayuno en Nador, Hotel Nacional, cafés, comida Mc Donalds y cena de tapeo)

Día 15 - 21 de octubre. Melilla-Puerto de Motril - 0 kms.

Arranca nuestro último día en Melilla después de no haber descansado del todo bien. El Hotel Nacional es algo ruidoso y nos hemos ido desvelando a ratos. Tenemos todo el día por delante, pero a las 12 de la noche, abandonaremos nuestro cuento africano abordo de un ferry de Balearia. 

Aprovechar el tiempo y nuestras energías al máximo pasa por un buen desayuno que tomamos en la Cafetería Garnata,  a pocos pasos del hotel.  A la hora de pagar, a Gema le parece muy caro. Hay que pensar que es el primer desayuno a precios europeos desde hace dos semanas y que quizás, todavía no hemos cambiado el chip.

El plan al que nos entregamos pasa por reunimos con  TONelete y subir a los Pinares de Rostrogordo.  

Este pinar ahora lo llaman Parque Períferico  y está lleno de chavalería, pero al menos en el 98 era el terreno donde el ejército nos traía  a hacer las maniobras.  No estoy seguro, pero creo que las prácticas de tiro, también las hicimos por aquí.

Descargamos una ruta en Wikiloc y siguiendo la huella del GPS damos un buen paseo por el pinar que limita con la famosa valla fronteriza. No se me encoje el estómago ni me siento mal por su existencia. 

Equivocado o no y con el peso los tragedia aquí sucedida, aún reciente,  creo en que cada país debe establecer las normas de paso por su territorio y los que atravesamos fronteras debemos respetarlas o asumir las consecuencias.

11:49 Rostrogordo/Valla de Melilla

Cuando concluimos la ruta que nos habíamos descargado de Wikiloc,  nos hacemos un café con el hornillo y bajamos de vuelta a la ciudad circundado el territorio Melillense por la carretera que va pegada a la valla/frontera.

Al llegar a una zona industrial vemos un outlet deportivo y paramos a echar un vistazo. Dentro hay un montón de gente comprando de todo, pero nosotros no encontramos nada diferente ni precios más bajos  que los de Madrid y seguimos camino. 

Buscamos el Mercadona y hacemos acopio de víveres. Estamos en la reserva de la reserva del presupuesto.  Noruega nos estrujó bien la cartera y después de muchos viajes a cuestas para los que hemos ahorrado como hormiguitas, es la primera vez que tenemos que ir mirando la pela.

Comemos y nos echamos una siestecilla sobre la arena de la playa. Cuando nos despejamos, paseamos de nuevo hasta Melilla La Vieja, donde hacemos tiempo recordando nuestros felices días como escaladores, haciendo travesías en los muros que dan a la Ensenada de los Galápagos

18:42 Búlder en la Ensenada de los Galápagos

Cuando nuestras blandas yemas, dicen basta,  volvemos por la Plaza de Armas donde  nos paramos a ver  un desfile de los Regulares con motivo del "Desafío Melilla" Una prueba por equipos, rollo pista americana,  que tiene pinta de ser muy divertida.



19:34
19:07 

Melilla merece más tiempo, dedicación, planificación y energías que las que nosotros le hemos dedicado. Sin embargo estamos cansados y cuando empieza a caer el día, regresamos a TONelete. Repostamos y nos dirigimos al puerto.  

El barco sale a las 12 pero hasta las 11 no podemos embarcar, así que aparcamos junto al muelle y hacemos tiempo entreteniéndonos con los vídeos de la cámara de salpicadero y dando un último paseo por los alrededores.



Cerca de TONelete están aparcados los todoterreno de un grupo de franceses que obviamente vienen del desierto.   Para lo jóvenes que son, no les falta detalle.  A ojo de buen cubero, con lo que cuesta cada uno de sus 4x4 y el equipamiento que queda a la vista, nosotros casi podríamos dar la vuelta al mundo.   Evidentemente no jugamos en la misma liga.

Una vez a bordo del "Ciudad de Nápoles", testificamos lo escaso del pasaje, aunque quizás  el grueso de la peña prefiera esperar al último momento para embarcar.  

Una vez en cubierta, contemplamos las maniobras de desamarre y como poco poco nos vamos despegando de la costa. Melilla, la ciudad centenaria y África van quedando atrás.



Un práctico acompaña al buque en su salida del puerto. Cuando finalmente salimos al mar, nosotros regresamos al interior. El barco parece desierto.  No creo que fuésemos más de 100 personas.  

Hemos pagado un suplemento por una butaca Neptuno, que es una de esas que se reclinan y quedas prácticamente horizontal.  Visto lo vacío del salón, es un suplemento que nos podíamos haber ahorrado.

A Gema y a mí nos irrita sobremanera que durante la travesía nocturna de 8 horas, la luz del salón ni el sonido de la televisión sea apagado o atenuado.   A pesar de todo, el cansancio juega a nuestro favor y, aunque a intervalos, logramos sumar 4 ó 5 horas de sueño en brazos de Morf... digo Neptuno.

23:22 - Estamos rotos y a pesar de la luz, de la tele y de la falta de cama, caemos rendidos.

Gastos del día: 50,56€ (Incluye desayuno, gasolina, compra Mercadona y chocolatinas. **No incluye precio del barco)

Día 16 - 22/10/2022 - Puerto de Motril - Madrid - 485Kms

Un chispazo de adrenalina nos saca a la vez de los brazos de la butaca Neptuno, no queda mucho para atracar en la costa granadina y no hay tiempo que perder.

Cuando planificamos los capítulos finales de este viaje, planeamos dividir el trayecto hasta Madrid en dos  jornadas, pero tenemos todo el sábado por delante, energía suficiente  y muchas ganas de ver a Pepa. 

A estas alturas TONelete se ha ganado nuestra total confianza y no tenemos dudas de que podrá con una jornada como ésta.  Metemos Madrid en el GPS y, a las 8:09, nuestros neumáticos  pisan de nuevo la Península Ibérica rumbo a casa.

8:08 desembarcamos en Motril


En el barco hemos tenido luces y televisión toda la noche, pero no hemos dispuesto de una cafetería donde desayunar.  Nuestra dosis de cafeína es lo único en lo que pensamos cuando lo  abandonamos.  

No encontramos nada abierto en Motril y tenemos que esperar 50 kilómetros para conformarnos con un café de máquina en una gasolinera.  Ochenta o noventa kilómetros más tarde volvemos a parar a por un segundo café que compartimos al no quedarnos ya efectivo.

Cruzado Despeñaperros paramos por fin a tomar un desayuno completo que nos termina de levantar el ánimo.

12:27 Desayuno completo en Despeñaperros

TONelete fluye cómodo por la autopista a velocidades de entre 80 y 100 kms/hora mientras la aguja de la temperatura a penas se mueve de los 90º. Todo va fenomenal y parece que vamos a llegar a casa pronto, así que,  una vez rebasado el cartel que anuncia que estamos en la Comunidad de Madrid, se nos ocurre,  hacer una parada en el barrio de San Cristóbal para hacer una visita rápida a mi suegra.

14:47 Entramos en la Comunidad de Madrid

Vamos justos de gasolina pero creemos que llegamos. Creemos mal. La aguja indicadora del nivel de combustible de un Renault 4,  no es precisamente un instrumento de precisión suizo, pero el sentido común y sobre todo, el cómputo de kilómetros, debería habernos alertado muchos kilómetros atrás de que nos habíamos bebido el margen de seguridad. 

Los acontecimientos se desarrollan de la siguiente manera, estamos en ligera subida, el motor gira redondo con el sonido inconfundible de un Sierra en buena forma, de repente petardea un par de veces  y se cala. 

Vamos en el carril de la derecha pero no tenemos arcén.  Gracias a la inercia logramos avanzar lo suficiente como para detenernos sobre el cebreado que separa la autopista de Andalucía de una incorporación. 

Menos mal que es sábado y es hora de comer, porque aunque hay tráfico, no tiene nada que ver con lo que puede llegar a verse en esta carretera un día laborable cualquiera.

Cojo la garrafa de gasolina del maletero y vierto los diez litros en el depósito, subo al coche y arrancamos a la primera.  

Estamos en el Kilómetro 32 de la A4,  a 16 kilómetros de San Cristóbal de los Ángeles y de la casa de mi suegra y creemos haber superado la anécdota del día. No va a ser tan fácil.

14:49 - Km32 Autovía de Andalucía. Nos quedamos sin gasolina entre la Autopista y un incorporación

El motor arranca, sí, pero en cuanto piso el acelerador para iniciar la marcha, vuelve a calarse.  Así, una y otra vez hasta que se me ocurre sacar el estárter a tope y entonces sí, nos ponemos en movimiento.

El coche va dando tirones, únicamente  con el acelerador a fondo parece que logramos mantener el motor girando.  

Nuestra suerte termina de torcerse en el Stop del cruce de la calle María Droc con Burjasot.  Son las 15:15 y TONelete acaba de dar por terminado su viaje. Estamos a 300 metros de la casa de mi suegra y a 9 kilómetros de la nuestra.  

A pesar de todo, no se puede decir que no haya cumplido con su deber con buena nota, ahora somos nosotros los que tenemos que seguir camino.  

Antes de dar aviso a la grúa, Sebas, al otro lado del teléfono,  ejerce de telemecánico.  

Apurar el depósito ha ocasionado que el carburador chupe posos que lo han bloqueado. Con su ayuda desmonto la tapa del carburador y soplo los chiclés, pero mis pulmones no son suficientes como para escupir lo que los bloquea.

Llega una primera grúa llega  con dos ocupantes en su interior.  Primer mosqueo, sólo me llevan a mí.  Tenemos nuestros más y nuestros menos con la Mutua, porque a pesar de preguntarnos el número de ocupantes, el destino y que esperemos... luego dicen que dentro del Municipio de Madrid no está cubierto el traslado más que de un ocupante.  Si lo dicen antes, Gema ya estaría en casa.

El mosqueo mayor llega cuando el de la grúa pretende hacerme firmar un pliego de descargos por si ocasiona algún daño al cargar el coche.  La causa tiene origen en que el Renault 4 no tiene gancho de remolque y lo tienen que remolcar desde el brazo de la suspensión.  

En mi segunda pelea con la operadora de la Mutua, le hago saber que el coche se identificó correctamente a la hora de contratar el seguro y que ellos no pusieron ninguna pega al hacerlo. Qué cómo pretenden que yo exima de responsabilidad al gruista ante una posible negligencia.

No me dan la razón pero mandan un segundo gruista colombiano con el que me entiendo a la perfección.

El Renault 4 ha sido un coche popular en ambas orillas del charco, pero si hay un país donde se le sigue guardando un cariño especial, ese es Colombia donde es conocido como "El amigo fiel"


19:01 Nos recogen en San Cristóbal

Finalmente son las 19:30 cuando llego a casa.  ¡Y yo que me quería echar una siesta antes de ir a por Pepa!

19:30 Por fin en casa.

Llegar a casa en grúa no ensombrece en absoluto el rendimiento de nuestro cuatrolatas.  La avería es consecuencia de una cagada mía, nada grave y, algo para salvar en la memoria como "asunto aprendido".

A la espera de saber como solucionaremos definitivamente el asunto, dejamos a TOnelete  aparcado en la calle, lo cambiamos por Ricardo,  vehículo mucho más contemporáneo y volamos a casa de nuestros amigos Almudena y Antonio. 

Allí nos reunimos con ellos y por fin con Pepa, a la que encontramos feliz y algo desconcertada. Cima, la cachorrita de nuestros amigos, no la ha dejado ni a sol ni a sombra y todos sabemos lo especialitos que son los abuelos perrunos.

Entorno a unas pizzas del DIA y unas cervezas, celebramos el final de la aventura en la mejor compañía posible. Ya sólo queda llegar a casa y disfrutar de todo aquello por lo que luchamos día a día.

Gastos del día: 24,80€ (incluye cafés, desayuno, comida y pizzas de la cena)

Epílogo

El domingo, gracias al maestro Sebas, que mediante videollamada, me hace una formación exprés en carburadores, desmonto el Zenith 28, y vemos que la cuba tiene sus paredes cubiertas de una fina capa de suciedad.  Limpio con un trapo y soplo con el compresor por todos sus conductos y chiclés.   Uno de ellos escupe una nube de polvillo.   

Carburador Zenith 28 de vuelta al colector de admisión de TONelete

A las diez de la noche del domingo  devolvemos el carburador al coche.  Arrancamos.  TONelete ronronea.  Meto primera y... ¡Funciona!  

Conclusiones

Ha sido un viaje esencialmente perfecto, hemos ido a buscar y hemos encontrado todo el lote de sensaciones que ansiábamos.  Ni un sólo sentido se ha quedado sin su ración de estímulos. 

Ceuta y Melilla nos han encantado, creo que ya me he detenido en ellas lo suficiente como para no ahondar más en el asunto y alargar en exceso esta entrada.  Me limitaré a expresar mi opinión de que para un español, viajar al Norte de  África tomando un ferry que se salte una de esas dos ciudades, debería ser algo entre delito y pecado. 

La convivencia pacífica entre cristianos, moros y judíos bajo el paraguas español es un ejemplo para el mundo, algo de lo que sentirse orgulloso y que marca la diferencia clara con otras culturas.

El Riff marroquí, nos ha resultado de una belleza espectacular, a ratos sorprendente que, en muchas zonas  aun se mantiene casi virgen.  Así debía de ser la España mediterránea antes de que el boom turístico arrasará con todo.  

A los que tenemos en la cabeza un estereotipo de paisaje marroquí semi-desértico, recomiendo dedicar algún día a la visita a Talassemtane, de donde tuvimos que retirarnos del corazón de un profundo bosque de pinsapos por ser rechazados por una intensa combinación de lluvia y niebla. 

Los marroquíes y, en concreto los rifeños, nos han sorprendido. No esperábamos nada malo pero tampoco esperábamos algo tan bueno.  El trato con ellos nos ha parecido el mejor  que hemos tenido en comparación con  otras zonas del país en viajes pasados. Su amabilidad, unida a la falta de "acoso comercial" nos ha parecido de las cosas más destacables y disfrutables de cuanto hemos vivido.

Por otro lado, la comida marroquí es soberbia.  Hacía muchísimos años que no comía pescado tan fresco, en entornos tan fantásticos y a tan buen precio. Pero no sólo el pescado, los distintos tajines y couscous, su repostería...  hay quienes por evitar sufrir problemas estomacales evitan a toda costa comer comida local.  Es un error garrafal. En Marruecos hay que arriesgar, y si la cosa sale mal para esto está el fortasec.

En cuanto a la limpieza, ellos tienen otros cánones, eso no es discutible, pero dentro de sus patrones, nunca había visto Marruecos tan limpio como en este viaje.  No sé si será la zona o si será evolución, me limito a contar nuestra experiencia.

Creo honestamente que Marruecos no es uno de los mejores países para vivir, pero podría ser uno de los mejores países para visitar.  El choque cultural es bestial, todo es interesante todo es accesible y, teniendo un mínimo de respeto por sus normas y sus costumbres, se puede hacer de todo y disfrutarlo con unos márgenes de seguridad y libertad como ya no podremos hacerlo nunca en el primer mundo.

Coste total del viaje (16 días, dos personas y coche)

Los costes son totales, aunque no incluyen lógicamente los regalos.  Tener en cuenta que hemos vivido a todo trapo y, que salvo en la elección de los alojamientos, que siempre hemos tirado por los más sencillos, no nos hemos cortado de nada. Pero es que aún en el tema del alojamiento, siempre hemos optado por habitación doble con baño en el dormitorio.  Las únicas excepciones han sido el Hostal Gutiérrez en Ceuta y el Hostal Souika de Chaouen donde el baño era compartido.

Barco Algeciras-Ceuta=148,34€

Barco Melilla - Motril=220,5€

Gastos del día a día (Gasolina, alimentación, alojamiento, propinas, etc) = 925,25€

Total= 1.244,09€

Renault 4 Furgoneta - Cambio de latiguillos delanteros.

 Dos ITV's llevo falladas por descompensación de frenada en el eje delantero.  Hace unos meses cambié la bomba y lo primero que pensé es...