viernes, 3 de febrero de 2023

Cuando encuentras lo que saliste a buscar (2ª parte): Viaje Madrid-Ceuta-Norte de Marruecos-Melilla-Madrid

Continuamos  la historia de nuestro periplo hispano-riffeño-marroquí-cuatrolatero.  

La presente entrada viene desde esta otra:

Cuando encuentras lo que saliste a buscar (1ª parte). Viaje Madrid-Ceuta-Norte de Marruecos-Melilla

Día 9 - 15/10/2022 - de Akchour - Oued Laou - 36 kilómetros.

Después de una noche un poco agitada y varios avisos del despertador, conseguimos levantarnos, asearnos y  vestirnos con la ropa de los grandes trekkings; pero como no por mucho madrugar, amanece más temprano, y no  hay maquinaria que no requiera algún tipo de combustible para ponerse en marcha, antes de iniciar el pateo previsto, nos vamos a desayunar a una de las terrazas que miran al parking de Akchour.  

Por una vez, el día galopa por delante de nosotros pero no será en el desayuno donde nos metamos prisa. Todavía queda recoger la casa, y dejar el equipaje en la "bodega" de TONelete.  

Cuando finalmente damos el primer paso de la ruta hacia La Gran Cascada, son casi las 12 de la mañana; por delante tenemos un pateo de 13 kilómetros (ida y vuelta), que transcurre en su principio por recorrido común a la del Puente de Dios.

11:57 Empezamos ruta a la Gran Cascada de Akchour

Es sábado y el enclave atrae mucho turismo local, sin embargo la temporada estival ha terminado y la densidad humana se aleja bastante del concepto de "Romería" 

Las pozas son de agua transparente y de una belleza digna de protagonizar extensos artículos en cualquier revista, blog, o canal de viajes; pero por desgracia, todas y cada una de ellas están "colonizadas" por chiringuitos con sus correspondientes mesas, sillas y dudosa gestión de los residuos.  Sigue siendo un entorno espectacular, que nadie me entienda mal, y por otro lado siempre tienes la posibilidad de comer o tomarte un té.

Hay pocos locales que se animen al baño y sólo son hombres.   No es una sorpresa, pero no consigo que me deje de chocar. 

Una vez que nos desviamos del camino que sigue hasta el Puente de Dios, el sendero comienza a serpentear de una orilla a otra del río;  unos bloques de hormigón y algunas rústicas pasarelas de madera facilitan los cruces.


Poco antes de llegar a la Gran Cascada, llegamos a un rinconcito del río en el que a alguien se le ha ocurrido pintar las rocas de azul. Me gustaría saber en que estaba pensando "el artista" y porqué le pareció una buena idea.

Nos encontramos la Gran Cascada casi seca, apenas un hilo de agua sigue alimentando la poza que hay debajo. Es una pequeña decepción pero el sitio sigue siendo espectacular.

La susodicha poza es el lugar más concurrido de todo el barranco.  Un grupo de locales barbudos la disfruta en una exclusividad de facto.

Hay tantos sitios donde elegir y tenemos tantas ganas de darnos un baño, que preferimos buscar algo más apartado, que nos permita disfrutar de un pedacito de Akchour en exclusiva.

Llevamos ya un rato caminando en soledad, cuando unos movimientos en las copas de los árboles, nos alertan de la presencia de un grupo de macacos de berbería, una especie de monos perteneciente a la familia  cercopithecidae a la que también pertenecen nuestros "amigos" los monos cangregeros que  conocemos bien de nuestros viajes a Tailandia.

Los monos son seres especiales con los que nos encanta cruzarnos, quizás es porque siempre lo hacemos en lugares donde la naturaleza rebosa salud, y en días donde nuestro tiempo nos pertenece en exclusiva. 

El placer no es recíproco y en cuanto ven que nos ponemos pesados intentando sacarles una foto, emprenden una retirada preventiva. 

Apenas un "robado" borroso, certifica nuestro encuentro.

Macaco de Berbería en Talassemantane, zona gran Cascada de Akchour.

No demasiado lejos, por fin damos con nuestra poza solitaria ideal, sin testigos y toda para nosotros.

Nos ponemos los bañadores y nos zambullimos en el agua transparente.   Más que un momento de placer,  es un "por mis narices", porque no hace falta más que meter la uña del dedo gordo del pie para certificar que el agua está terriblemente gélida y que no aguantaremos dentro más que lo justo e imprescindible para poder decir que estuvimos allí y nos bañamos.

De vuelta a la zona del aparcamiento y asumiendo que hagamos lo que hagamos acabaremos el día estrenándonos en la versión nocturna del paracaidismo turístico, decidimos marcharnos al menos con el buche lleno y comemos en el mismo sitio en el que cenamos la noche anterior,

Ahora sí, es momento de dejar atrás Akchour y poner rumbo a Oued Laou, el pueblecito costero donde no hay nada más que hacer, que descansar y pasear por la playa. Justo lo que nos apetece después de unos días de no parar.

Al poco de emprender la marcha, cae la noche, reduciendo el margen de seguridad con el que me siento cómodo viajando a la aventura.  

Si TONelete fuese, en lugar de un Renault 4 versión 4F,  la versión F6, con sus 19 centímetros más de longitud, cabríamos dentro de la caja trasera para dormir, y siempre sería un plan "B" a nuestra disposición.  Al final se tiene lo que se tiene, y las 4F son indiscutiblemente, más bonitas que las F6.

18:57 Dejamos Akchour para poner rumbo a Oued Laou

Oued Laou tiene sólo dos o tres calles comerciales y no somos capaces de visualizar ni un sólo hotel y tampoco nos sale al paso ningún buscavidas que nos ofrezca alojamiento.  Volvemos a recurrir a las páginas fotocopiadas de la Lonely,   En el apartado de alojamientos, no da opción, pues dejando atrás vaguedades, sólo contempla la posibilidad del  Hotel Oued Laou, y a su búsqueda vamos.

22:35 TONelete aparcado en la puerta del Hotel Oued Laou, justo bajo nuestra ventana 

El Hotel resulta ser más que un lugar acogedor, un sitio fantástico en todos los sentidos: por sus habitaciones, por su personal, por su ubicación, por su precio... por todo.

20:47 - Habitación del Hotel Oued Laou

No está en primera línea de playa porque entre su edificio y el mar está su  terraza, con restaurante, bar y buena música a base de blues, clásicos del rock, toques de Leonar Cohen y pinceladas de música local.  

El paraíso para viajeros que quieren recargar  baterías tirados a la bartola.

21:11 - Terraza del Hotel Oued Laou

Gastos del día: 46,5 € (incluye desayuno, comida pastelitos, zumos, chocolatina, tés y alojamiento)

Día 10 - 16/10/2022 - Oued Laou

Abrimos los ojos el domingo 16 de octubre después de haber dormido muy bien. Desde la ventana de nuestra habitación vemos el mar, la terraza del hotel y nuestro querido TONelete. ¿Qué más se puede pedir?

Un buen día se inicia siempre con un buen desayuno, y encontramos el lugar adecuado en la cafetería que tenemos a la vuelta de la esquina de nuestro hotel.  

TONelete junto a la puerta del hotel. A la derecha (fuera de la foto) queda la cafetería sede de nuestros desayunos y a la izquierda la terraza del hotel,  algunos restaurantes, el paseo marítimo y la playa.

Una fotito más de nuestro Renault 4F, alias TONelete, en la puerta del Hotel.

Hotel Oued Laou. Las ventanas encima de TONelete son las de nuestra habitación.

Por tema cultural, los marroquíes tratan mucho mejor a sus gatos que a sus perros. Sería absolutamente sorprendente encontrar a un perro dentro de un establecimiento, pero con los gatos, no es raro encontrar excepciones. Así, durante nuestro desayuno, uno de esos gatos que ha hecho de la cafetería su hogar, se hace nuestro amigo y nos camela a cambio de algunas caricias y una cata selectiva de nuestras viandas.  

Nos parece un trato justo.

Es momento de probar la playa.  El sol pica lo justo como para hacerlo apetecible y la temperatura del agua determinará si tiene justificación o no, que hasta donde nos alcanza la vista, no haya nadie disfrutando de su arena, más que nosotros y algún contado paseante.

Esta vez  triunfamos.   El agua está perfecta y nos damos unos cuantos baños.   No somos expertos en el turismo de sol y playa, pero enseguida le cogemos el tranquillo al bucle de tomar el sol-bañarnos-tomar el sol; y sólo lo abandonamos cuando se aproxima la hora de comer.

Sin salirnos de la calle donde estamos alojados,  encontramos un restaurante con terraza en el paseo marítimo, donde están cocinando sardinas a la brasa. Lo bueno de estos viajes, es que normalmente, lo que te apetece te lo puedes permitir. 

Pedimos las sardinas y un tajín. Todo nos sabe muy rico, pero a la hora de pagar alguien infla la cuenta con 8 euros de más.  Sin ponernos nerviosos, pedimos que nos la revisen y aclaramos la cifra final. No todos participan del "despiste"  La cara del camarero que nos atendió es claramente un poema. 

Nos echamos una siestecilla y salimos a pasear.  Recorremos el entorno del hotel, que en realidad es la parte que constituye el centro urbano del pueblo.  A destacar una mezquita con una plaza donde se monta un mercadillo.  No le vemos mucho interés y seguimos deambulando hacia el Paseo Marítimo.

Lo bueno de no estar en el primer mundo, es que en algunos aspectos la gente dispone de algunas libertades que nosotros hemos perdido.  Me refiero, por ejemplo, a la posibilidad de tener un caballo y un sembrado en el centro del pueblo, y que todo ello sea normal.

Tan normal como tener unas cabras a las que dejes pastar libremente en el césped de la zona ajardinada del paseo marítimo.

Disfruto mucho con estos contrastes, y más si como visitante, puedo disfrutar de estos rincones con unos recursos y una libertad que no dispondría de ser local aquí. 

Cuando terminamos nuestra exploración a pie, incluimos a TONelete en la ecuación y recorremos la costa junto al paseo marítimo hasta el extremo contrario de la playa, donde se acaban los edificios y aún resiste una zona virgen donde más allá de un puesto de vigilancia militar, un grupo de pescadores se afanan en hacerse con los frutos del mar.

Pescadores pescando en la playa de Oued Laou. 

Tonelete en la zona de pescadores de la Playa de Oued Laou.

Finalizada nuestra expedición y entregados a la satisfacción de los sentidos, localizamos una pastelería donde compramos unas palmeritas artesanas.  Nos salen por tampoco dinero que pregunto varias veces el precio.  El marroquí que habla español, me acaba preguntando a mi, si lo hablaba yo también.

Acabamos el día tomando unos zumos de mango en la terraza playera del hotel, mientras escuchamos a Pink Floyd y Leonard Cohen.

Gastos del día: 47,4 euros (incluye desayuno, comida, café, pasteles, zumos y alojamiento)


Día 11 - 17/10/2022 - Oued Laou - Cala Iris (Alhucemas) 149 kilómetros

Amanece en Oued Laou con aires de cambio.  Hemos estado muy bien aquí, hemos descansado y cargado las baterías a tope, pero el tiempo corre y debemos seguir camino.  Es increíble como vuelan los días cuando lo estás pasando bien.

Pero este viaje es enemigo de las prisas y antes de levar el ancla, repetimos el modus operandi viajero desayunando con toda la calma del mundo en la cafetería de la esquina. 

Mientras disfrutamos del café y las viandas, localizamos dos camping en la zona de Alhucemas, el de Cala Iris y el de Playa Sfiha. 

Nos decantamos por el primero por estar más cerca y en una zona más inhóspita.  Esta es toda nuestra planificación del día.

Bajo estas líneas dejo la tarjeta del hotel, porque realmente es un sitio que merece la pena... quizás no sea fácil encontrar habitación libre pasada la temporada baja, así que mejor comunicarse con ellos.

11:22 - Nos despedimos
del hotel Oued Laou


No planificar está muy bien, es muy bonito y muy hippie y, al no esperar nada, todo lo que encuentras tiende a llenarte de buena onda.  Pero llevar las cosas al extremo tampoco es necesario.  

La región de Alhucemas es una zona más inhóspita, menos poblada y con menos recursos que ofrecer.  Nos damos cuenta cuando tenemos hambre y nuestra carretera no atraviesa zonas pobladas con restaurantes o tiendas de alimentación.  Después de nuestro paso por Talassemtane, la despensa a bordo de TONelete empieza a flojear y no queremos recurrir a ella hasta saber lo que ofrece el camping.

Lo intentamos en un solitario restaurante de carretera que nos cruzamos, y que parece bien nutrido de locales; sin embargo es una parada en falso: coincide que cuando llegamos, todo el mundo sale de estampida y prácticamente nos quedamos solos;  también parece que el personal se ha metido una buena paliza y ya no quiere currar más. El caso es que después de diez minutos esperando a que alguien nos haga caso y, no conseguir cruzar ni una mirada, entendemos que no somos bien recibidos y seguimos camino.

13:44 Parada en restaurante de carretera

Llegados a un punto del trayecto y, revisando las alternativas, tanto en el mapa como en el GPS, vemos que tenemos dos posibilidades, o más kilómetros  y menos tiempo de trayecto, o menos kilómetros  y más tiempo en llegar. La clave es que la primera opción transcurre por carretera asfaltada (a excepción de 2 kilómetros) y la segunda transcurre íntegramente por 10 kilómetros de pista.

Google Maps recomienda (insistentemente) la primera opción pero nosotros, como no tenemos prisa y nos tientan los paisajes más salvajes, elegimos apartarnos del asfalto tomando la segunda opción.

14:37 Nos salimos de la carretera para tomar la pista

La pista que al principio está en buen estado, cruza una vaguada con algún bache, y entra en una pequeña aldea donde hay paisanos trabajando en una plantación de hachís.  

La vasca flipa a nuestro paso y detienen sus labores escrutando con la mirada que clase de personajes somos. Es una escena que tiene su gracia. Rompo la tensión saludando con un par de pitidos de TONelete  y todos se relajan. Alguno devuelve el saludo y, finalmente, todos regresan al trabajo.

14:48 - Agricultores trabajando en plantación de hachís.

Después de atravesar la aldea, la pista gira por una calle y se aleja del pueblo.  Me llama la atención el no haber visto ningún vehículo ni aparcado ni circulando.

Nada más dejar atrás el pueblo, el estado de la pista empieza a empeorar notablemente.  El terreno es cada vez más suelto y pedregoso y el ancho se estrecha, hasta tal punto, que parece hecho a la medida de nuestro Renault 4.  Mal asunto si nos cruzamos con un vehículo en dirección contraria.

15:05 La pista cada vez se hace más rota y estrecha

Sin poder pasar de primera, con las barras de torsión haciendo el típico clonck, clonck, de cuando son exigidas a tope y los neumáticos al límite de perder tracción, tomamos conciencia de lo solos que estamos, del problema que tendríamos si nos quedásemos tirados allí y de lo complicado que sería el rescate.  Nada de esto había pasado por nuestra cabeza hasta ese momento.  

Gema me va cantando los kilómetros en cuenta decreciente; cuando llega a 5, la mitad del trayecto, pienso que, de quedarnos tirados, sería el peor momento. Escasa cobertura y pateo mínimo de 5 kilómetros para pedir ayuda, y lo peor ¿Hacia dónde? ¿A la aldea? ¿Al camping? ¿y si está cerrado?

El motor de 1.108 centímetros cúbicos y 38 cv ruge sin flaquear mientras vamos ganando altura rumbo a un collado. No es lo único que sube, la aguja que indica la temperatura del refrigerante también cabalga hasta estabilizarse en 100º. No podemos dar la vuelta, hay que llegar y vencer. 

Ganamos el collado y tras una curva de herradura comenzamos la bajada. La pista está lejos de mejorar pero TONelete no cede.

Una vez abajo recibimos dos buenas noticias, tenemos el camping a la vista y la pista mejora notoriamente.  Lo hemos conseguido. ¡Vivan los Renault 4!

15:21 Llegada al camping "Amigos de Playa Iris"

El camping parece desierto. La verdad es que no nos hemos preocupado en averiguar si abre por temporadas o no. Ni siquiera se nos ha pasado por la cabeza planteárnoslo hasta estar bien metidos en harina.

Hemos pasado del paracaídismo turístico, al Salto Base y ni siquiera nos hemos dado cuenta. 

La ansiedad dura poco, Gema ve una puerta abierta. La moneda vuelve a salir cara.   Un día, nuestra suerte va a cambiar y nos vamos a dar un buen hostión.

16:27 Recepción Camping Cala Iris

El camping es, más que básico, espartano: pequeña zona de grava con vistas al mar y dos baños con ducha, cuya agua caliente depende de un calentador solar.  Ni bar, ni restaurante, ni supermercado, ni WiFi... ni gente. Sin embargo, no pocas veces lo básico es lo perfecto, aún más cuando la noche nos sale por 8,5 euros.  

Bajo el camping, tenemos una playa de piedra con forma de media luna.  Es bonita, pero abunda la basura. Conectado a ella por su extremo más lejano, un puerto, aparentemente pesquero, pero con un buen espigón vallado, que podría indicar una actividad marítima más amplia, separa la playa de piedra llamada Amarsa Ighaniman de la de Cala Iris, esta sí, con arena. 

No tenemos pan y el señor del camping nos dice que junto al pueblo hay un sitio donde poder comprarlo, aunque no nos garantiza que tengan.

Necesitamos pan, y no necesitamos ninguna excusa para salir a dar un paseo para reconocer la zona.  Así que nos ponemos en marcha bajando por un senderito a la primera de las playas, la de guijarros.

Caminando por la playa Amarsa Ighaniman,  renegamos de la falta de conciencia de lo más valioso que tenemos: el entorno natural.  Sorteando todo tipo de residuos llegamos al espigón del puerto y accedemos a la zona de casas anexas al restaurante.  Todas son mugrientas, casi chabolas.  Supongo que dan servicio a los trabajadores del muelle. No hay más.  No hay pueblo. 

16:32 Playa Almarsa Ighaniman

El Restaurante o lo que sea, tiene una terraza con sólo hombres sentados.  Al contrario que en el resto de nuestro viaje, las miradas no son amables. En el interior un señor seco y con cara de querer que nos vayamos de allí cuanto antes,  nos vende el pan y unas galletas. No nos hacemos de rogar, pagamos los víveres y salimos de allí paseando hasta la anexa Playa Iris.

De frente, unas decenas de metros en el mar, un par de pequeños salientes rocosos. El de mayor tamaño recibe el nombre de Isla Iris.

Probablemente, en verano esto tenga más vida.  Al menos así lo indica el patín de playa varado en la arena, el hotel que vemos cerrado o la propia existencia del camping Amigos de Cala Iris..

16:47 Playa Iris. En frente a la derecha, la peña denominada Isla Iris.

Con los deberes hechos, regresamos al camping y hacemos tiempo charlando y compartiendo fotos, sentados en unas sillas con  vista privilegiada al mar.

17:07 De regreso al Camping

Casi empezábamos a saborerar nuestra soledad cuando llegan tres franceses en sus respectivas camionetas 4x4 (pick up).  Vienen del desierto, de recorrer la frontera con Argelia.

Uno de ellos habla español y, empatizando con TONelete,  nos cuenta que uno de ellos fue juez en dos ediciones del 4L Trophy

Tratamos de entablar una conversación sobre el asunto, pero la barrera idiomática es muy grande y, ambas partes volvemos a nuestros preparativos con la cena.


18:55 Preparando la cena

Por casualidad, y no por "solidaridad" con nuestros vecinos, hacemos una cena con dos latas de Ratatouille que compramos en Francia en nuestro viaje de vuelta de Noruega.

Nos metemos en los sacos de dormir poniendo fin a un día lleno de emociones y que ha merecido la pena vivirse.

Gastos del día: 13,7€ (incluye Desayuno, Pan y galletas y camping)

Día 12 - 18/10/2022 - Cala Iris (Región de Alhucemas) - Torres de Alcalá (4,5 kilómetros) Torres de Alcalá - Alhucemas ciudad (Villa San Jurjo) 60,2 Kms.

Sin madrugar demasiado, arrancamos el día con un buen desayuno al campingas; nos damos una buena ducha de agua caliente y nos ponemos en marcha.  

Los franceses han sido más rápidos y cuando nosotros partimos, el camping vuelve a quedar tan desierto como lo encontramos.

En nuestro recorrido costero por la región de Alhucemas, sin perder de vista lo que fue el Protectorado Español y lo que siguen siendo los trocitos de España junto a la costa marroquí,  nuestra primera parada del día será la localidad de Torres de la Alcalá,   a la que da nombre la fortaleza de origen portugués que preside la colina junto a la playa, aunque también fue conocida durante un tiempo como Villa Jordana por el importante número de judíos que vivían aquí a principios del siglo XX.

A penas 5 kilómetros separan el Camping de Amigos de Cala Iris de la playa de de Torres de Alcalá; poca distancia física pero con mucha, muchísima historia española bajo nuestros pies. 

1925 - Torres de Alcalá en la época del desembarco de Alhucemas

11:26 Playa de Torres de Alcalá con la fortaleza  que le da nombre presidiendo la colina junto a TONelete 

Dejamos el coche aparcado junto a la playa y buscamos en Wikiloc una ruta que nos lleve hasta el Peñón de Velez de La Gomera, objetivo principal de esta parada.

La ruta atraviesa la pequeña población y, junto a una fuente, en una zona con mucha basura, toma un sendero ascendente que deja atrás el pueblo, y se mete en un pinar  que desemboca en una pista que ya no abandonaremos.

La vista es espectacular, la soledad también. Desde uno de los miradores naturales, la línea costera de Torres de Alcalá se nos muestra en toda su dimensión, mientras Isla Iris, se asoma al fondo entre brumas.

11:58 Torres de Alcalá  con Isla Iris al fondo

Una hora más tarde por fin tenemos el Peñón de Velez de La Gomera en frente de nosotros, así como la playa de Bades.  

La vista es sencillamente brutal.  El paisaje es de una belleza tal que rompe los esquemas, y estamos aquí para vivirlo en primera persona.

12:51Peñón de Vélez de la Gomera y playa de Bades.

Llevamos 11 días recorriendo Marruecos y de repente tenemos España a menos de 100 metros.  Por si esto es poca contradicción, espera que hay más, y es que el Peñón era un islote separado de la costa  hasta que un terremoto en 1930  generó la franja de arena que lo ha convertido en una mini península y ha creado la frontera terrestre más pequeña del mundo, con sus 85 metros de ancho. 



Peñón de Vélez de la Gomera en 1920


12:52 Peñon Vélez de la Gomera con el istmo surgido tras el terremoto de 1930

La españolidad del Peñón se remonta al 23 de julio de 1.508, cuando reinando Fernando el Católico, Pedro de Navarro persiguiendo a varias embarcaciones corsarias que pretendían refugiarse en él, las da caza, las destruye y lo conquista. Lo pierde en 1522 y lo recupera definitivamente en 1568 durante el reinado de Felipe II, quedando incorporado en aquel  momento a la Corona de Castilla. Nunca formó parte del protectorado de Marruecos y, por tanto, permaneció español cuando este se disolvió en 1956 dando inicio al Reino de Marruecos como país soberano.

La playa de Bades es simplemente perfecta tal y como está.  Ojalá siga así por muchos años o mejor, para siempre.   Pasear su arena de punta a punta es un placer que no puedo describir con palabras.  Ojalá este viaje durase más, ojalá momentos así pudieran prolongarse en el tiempo.  No envidio el dinero, ni el lujo, ni tonterías varias con las que muchos llenan sus vacíos personales, pero si me gustaría poder prolongar mi paso por lugares así durante el tiempo que me apeteciese, sin salir de mi vida sencilla junto con quien la comparto ahora.

13:03 Playa de Bades

De vuelta a Torres de Alcalá no encontramos ninguna tienda donde poder comprar comida, ni restaurante ni nada parecido.  Las tripas rugen pero tenemos que ignorar su llamada, aun queremos visitar la fortaleza, que está siendo restaurada y cuya visita es hoy por hoy gratuita.

Junto a la fortaleza hay un puesto militar, vigilantes, operarios y militares nos acogen perfectamente y nos dejan deambular con libertad.


15:23 Fortaleza de Torres de Alcalá

15:30 Las vistas desde la fortaleza, en si mismas, hacen merecer la pena la visita.

La localidad de Torres de Alcalá es muy pequeña y en esta época, nada enfocada al turismo, ni interior ni exterior.   En el centro del pueblo destaca una plaza redonda.  Me juego un dedo a que al igual que la de Chaouen, es herencia de una antigua plaza de toros.

15:25 Torres de Alcalá con la antigua plaza de toros en el centro, hoy plaza pública.

Finalizada la visita retornamos a TONelete al que encontramos acompañado de una criatura local

15:34
Me enamoro de esa perra.  Hago esfuerzos para no hacerla mucho caso y para bloquear cualquier impulso irreflexivo.   Nos lo pone difícil la muy jodía. Es quizás la vez que más soy puesto aprueba con este asunto.   Gema y yo estamos cumpliendo un ciclo con Pepa y hemos hablado de tardar en volver a tener otro perro.  Queremos viajar sin ataduras mientras nos queden fuerzas para hacerlo.  La teoría está clara pero la realidad no es tan racional.  

La línea que separa a esa perra de subirse al cuatro latas acaba siendo delgada, quizás medio gesto de debilidad de Gema, y yo hubiera entrado en tromba pisando toda la lógica reflexionada hasta el momento.  

15:43 Apuramos los restos de la despensa de TONelete acompañados de nuestra amiga rifeña peluda.

Decimos adiós a Torres de Alcalá  recorriendo los dos kilómetros de pista en buen estado que nos devuelven a la carretera y ponemos rumbo a la antigua "Villa Sanjurjo" hoy ciudad de Alhucemas. Ciudad fundada por los españoles  tras el desembarco en 1926. 

La carretera tiene bastantes curvas, pero está en muy buen estado. Los carriles son anchos y salvo algún adelantamiento local cruzando la línea continua en zonas sin visibilidad, podemos decir que la disfrutamos.

Una vez en Alhucemas y siguiendo los consejos de la Lonely Planet, damos con nuestros huesos en el Hotel Riff donde alquilamos una habitación doble con baño por 16€.  La habitación cubre perfectamente nuestras necesidades, el hotel está en el centro y junto a él, tenemos un parking donde TONelete queda bien guardado por otros 2€.

18:40 TONelete y yo junto al hotel Riff. A la derecha, fuera de plano, el parking.

En cuanto subimos las cosas a la habitación y nos damos por instalados, salimos a inspeccionar la ciudad.

18:44 habitación del hotel Riff

Para entender un poco donde estamos y los antecedentes históricos que multiplican el interés en nuestra visita, me voy a permitir unos breves apuntes cronólogicos que vinculan la historia española con la del suelo que van a pisar nuestros pies.

La ciudad de Alhucemas, fue fundada por los españoles como Villa Sanjurjo tras el desembarco de 1926  que, simultáneamente acabó con la República del Riff (1921-1926) y recuperó el territorio para el protectorado español.  

Tras alternar en distintos períodos el nombre de Villa Sanjurjo con el de Alhucemas, lo estableció como definitivo en 1956 con la disolución de los Protectorados español y francés y la fundación del Reino de Marruecos.  

La integración en el nuevo Estado no fue nada fácil para los rifeños de Alhucemas.   En el período de 1956 a 1959 durante unas protestas contra Mohamed V, que no gozaba de simpatías entre los locales, muchos perdieron la vida o simplemente "desaparecieron a manos del ejército marroquí".  Cuando su hijo, Hassan II llegó al poder, el sentimiento de hostilidad mutua no desapareció y, el nuevo rey ignoró la región hasta dejarla colapsar económicamente. 

Nuevas protestas en 1984, y en el período 2016-2017 acabaron reprimidas de forma similar, aunque en las últimas parece que el nuevo rey Mohamed VI, reaccionó y dio un giro favorable a la política de la región.

Por si fuera poca convulsión política, la ciudad también ha padecido convulsiones físicas en forma de terremotos graves, pues se encuentra en la zona con mayor actividad sísmica de Marruecos. El último, en 2004, dejó más de 500 muertos sólo en la ciudad,

Volviendo al presente y al contexto de nuestra visita, paseamos la ciudad hasta tener a la vista Playa Quemada, sentados en una zona de gradas,  hay unos chavales tarareando y tocando la guitarra.  La escena nos parece tan agradable y tan fuera del estereotipo marroquí, que tomamos sitio a una distancia no invasiva y hacemos un alto de 15 minutos para saborear su música mezclada con el sonido del mar

19:12 Snack Park - Plaza Jardín 3 Mars. Esta 
Plaza también conocida como "Plaza Chita
 o Tchita" por la presencia de dos macacos
(hubo un minizoológico) y la popular serie,
en los 80 de "Tarzán"
Por fin nos disponemos a llenar la panza. Elegimos para ello la terraza de un chiringuito llamado Snack Park de la "plaza Jardín 3 Mars" o Plaza Chita. 

Salimos con los estómagos "a tensión", como dice Gema y, no contentos con ello, de camino al hotel vemos un sitio de batidos y sucumbimos a la tentación de un batido de aguacate.

Arrastrando los estómagos, por fin regresamos a nuestra habitación y ponemos punto final al día.





Gastos del día: 27,40€ (Incluye hotel, cena, dulces, y batidos)


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Renault 4 Furgoneta - Cambio de latiguillos delanteros.

 Dos ITV's llevo falladas por descompensación de frenada en el eje delantero.  Hace unos meses cambié la bomba y lo primero que pensé es...