martes, 3 de diciembre de 2019

Restauración de frenos traseros: Latiguillos, tuberías de freno, limitador de frenada y purgado de frenos



***Esta entrada está pendiente de pulir y terminar, especialmente en lo relativo a las tuberías rígidas de freno, la publico porque necesito utilizar los enlaces a alguna de las fotos...   Si alguien llega hasta aquí, que lo tenga en cuenta y perdone la cutrez... ¡Estamos aprendiendo!

Cuando empecé a reparar los frenos traseros no sabía donde me metía aunque era obvio que un coche con tantos años y sin apenas uso en el último lustro,  iba a esconder sorpresas que no lo iban a poner fácil, y menos a mí, que soy nuevo en todo esto.

Latiguillos flexibles y tuberías de frenado

El cambio de latiguillos, una vez cambiados rodamientos, zapatas y bombines, era obligado.  Un mero trámite.  Pero una operación a la que consideraba que iba a dedicar 5 minutos por rueda se transformó en una odisea cuando constaté que las roscas de los latiguillos propiamente dichos y las de las tuberías de freno estaban agarradas hasta tal punto que acabé pasando las tuercas de los racores,

Llegados a este punto ya no quedaba otra que cambiar latiguillos y tuberías de freno, pero aun había que separar unos y otros para extraerlos... Una locura.

Los latiguillos de freno son unos tubos flexibles de goma con extremos de metal que contienen la rosca por la que se empalman a los racores de las tuberías rígidas y en su caso, al repartidor o limitador de frenada.

Por latiguillos y tuberías fluye el líquido de frenos desde el cilindro maestro hasta los bombines de freno de las ruedas. Cualquier intervención en estos elementos supone también el cambio del líquido de frenos.

Para cambiarlos, a priori, no se trata más que de desenroscarlos, quitarlos y poner los nuevos, pero si todo fuera tan fácil...



Juego de llaves de racores
Pero tras un par de días peleando, no había manera de soltarlos.  Se juntan varias causas: por un lado estas piezas llevan 32 años unidas y las roscas se habían agarrado; por otro, porque la ignorancia se paga cara en tiempo y dinero,  y la mía me lleva a centrar mis esfuerzos en hacer contratuerca a la tuerca del 10 del racor del tubo de freno mientras hago la fuerza para desenroscar en la tuerca del 17 del latiguillo cuando se hace justo al contrario.  También porque utilizo unas llaves fijas normales en lugar de las específicas para racores (que ni siquiera sabía que existían) y, ya por último, porqué el espacio para manejar las herramientas es mínimo y muy incómodo.


Respecto a esto último, el espacio para manejar las herramientas,  se puede mejorar cortando el latiguillo viejo a la altura de su extremo metálico y luego soltando la grapa que lo mantiene sujeto al brazo de la suspensión... La letra con sangre entra... pues eso.





Renault 4 TL 1987 - tubo de freno trasero izquierdo - En esta foto se aprecia la tuerca del racor del tubo de freno deformada por mal manejo a la hora de aflojarla y junto a dicha tuerca, la grapa que sujeta la cabeza del latiguillo a la pletina.
De tanto forzar las cabezas hexagonales de los racores las acabo deformando.  Los racores van solidarios a las tuberías de freno y no se pueden sustituir. Hay que cambiarlos junto con las tuberías.

Pero es que, además de deformar los racores, no encuentro la manera de separarlos de los latiguillos y estoy cada vez más frustrado y desesperado. En vez de mejorar el coche, parece que cada vez lo rompo más.   Me he metido en un buen marrón

Cada uno me da los consejos que le han funcionado:  que sí aceite afloja-todo, que si Coca-Cola, que si calor...   Lo pruebo todo  sin éxito. Finalmente me funciona  el uso de unos alicates de presión o mordazas; con ellos logro aflojar todos los racores que se me estaban resistiendo y sacar los latiguillos viejos.


Alicates de presión o mordaza
¿Todos? No todos no. Cuando ya me las prometía muy felices, creía haber dado con la herramienta adecuada y había aceptado el balance de daños,  deformo también la cabeza hexagonal del racor que une el tubo que viene del cilindro de freno de la rueda derecha con el repartidor de frenada junto a la rueda izquierda.
La tubería de más difícil acceso y la de recorrido más enrevesado:

 ¿No quería caldo? ¡Pues ahí van mis dos tazas!




Renualt 4 TL  1987 - Alicate de presión intentando girar la tuerca del racor mientras la llave fija de estrías del 17 hace la contratuerca.  Combinación que resultó ser definitiva para desatascar el racor con la cabeza de la tuerca deformada.

Alicate pico de loro
.












Una vez quitados los latiguillos izquierdo y derecho me sorprendo de que aunque sean de la misma longitud,  no sean iguales en sus terminales de conexión:  El del lado derecho es del tipo "hembra-hembra", y el del  lado izquierdo "macho - hembra".

El libro de piezas de repuesto oficial, el PR1104 sólo contempla  para los latiguillos traseros una única referencia, la 7704001958 lo que choca con la realidad de lo que tengo en las manos.  Algo raro hay, quizás sea que FASA se salió en los R4 españoles de la norma general, porque las webs de recambios generalistas, al igual que  el PR1104, contemplan un único tipo de latiguillo, el que tiene terminaciones hembra-hembra.


Arriba latiguillo trasero izquierdo (macho-hembra). en el centro los clips/grapas de sujeción de los latiguillos a las pletinas y abajo, el  latiguillo trasero derecho (hembra-hembra)


El que está pegado a la regla es el recambio del lado derecho. El latiguillo viejo y cortado es el del lado izquierdo. Uno de sus extremos es macho (el que no ha sido cortado) y el otro es hembra.

Después de comerme un poco la cabeza y de buscar mucho en internet resuelvo que ese latiguillo de la discordia montado en el eje trasero izquierdo también lo montan los Renault 8 y Renault 10 y por ahí saco la referencia.

Detallo a continuación las referencias oficiales, para quien pueda ser de utilidad.

Latiguillo trasero derecho:

  • Referencia Renault: 7704001958
  • Referencia en marca Bosch: 1987481346
  • Longitud: 240 mm (en otras marcas llega a los 250 mm)
  • Terminaciones: hembra-hembra.
  • Rosca interior: 3/8,
  • Precio: En marca Bosch 20,45 € en la tienda online de  Oscaro.
Latiguillo trasero izquierdo:

Referencia Renault: 7701450053 y 7700537325 (corresponden al R8 y R10)
Referencia fabricante: Brembo T68051 (16,89 €), Bendix 171110B (13,44€) Ferodo FHY2903
Longitud: 252 mm (en piezasautosclasicos), 255 otras unidades que he podido ver y 260 el Ferodo que es el que compré yo..
Terminaciones: macho-hembra
Rosca interior / exterior: 3/8 x 24 , 3/8 x 24
Precio: 12,50€  - 16,89 €

Repartidor o limitador de frenada

Me habían advertido de "no tocar" el repartidor de frenada. Me lo habían dicho en unos términos que no dejaba lugar a la duda de que podía meterme en un marrón.  Por eso,  cuando pasé la cabeza del racor más inaccesible, el que une el repartidor con el tubo de freno que alimenta el bombín de la rueda trasera derecha, se me cayó el alma a los pies.

Una vez pasada la cabeza, y sabiendo ya que el tubo de freno quedaba inutilizado, corté el tubo a la altura del racor para, al menos,  disponer de más espacio de maniobra.

Pero no fui capaz de desenroscarlo ni un milímetro, ni con los alicates de presión,  ni con una tenaza tipo pico de loro.  ni con el 3 en 1, ni con  calor ni con ningún otro sistema que se me pudiera ocurrir o que me pudieron aconsejar.





 Finalmente y tras un par de días de pelea, lo dejé estar un tiempo para no entrar en un bucle de frustración.   A finales de semana, acompañado de mi amigo Antonio, volví a la carga.


Renault 4 TL 1987 - En el centro superior de la foto se ve el repartidor de frenada conectado aun a dos tuberías de freno. .La más pegada al travesaño del chasis es la que me resultó imposible de desacoplar, la otra, la que queda más en primer plano, es la que viene del cilindro maestro y por suerte salió sin problemas.

Renault 4 TL 1987 - Repartidor de frenada visto desde abajo con la rosca del racor  gripada en su interior y la cabeza de la tuerca ya deformada por la manipulación.
Trabajando en equipo desbloqueamos la situación desmontando el repartidor de frenada junto a sus pletinas de soporte del chasis.  Para ello desatornillamos los tres tornillos que lo sujetan al larguero del bastidor de acuerdo a este esquema de despiece del PR1004

Renault 4 TL 1987 - Despiece del repartidor de frenada y su soporte

Repartidor y soporte desmontado:


Renault TL 1987 - Repartidor de frenada montado en su soporte junto a dos racores como el que se quedó atorado en su interior. 
 Con el repartidor desmontado de su soporte, lo colocamos en el tornillo de banco y con unos alicates de presión de buena calidad logramos por fin desenroscar el racor.


Repartidor de frenada - vista de las tres tomas.
Renault 4 TL 1987 - Repartidor de frenada.

Pero ya que estamos metidos en este lío vamos a aprovechar para sustituir el repartidor por uno nuevo y a restaurar el soporte que tiene el óxido y la mugre acumulada durante sus 32 años de servicio.



Renault 4 TL 1987 - Soporte del repartidor de frenada.


Leva del soporte
Renault 4 TL 1987 - Repartidor de frenada - Leva del soporte




    Después de pasar por el taladro el metal de los distintos componentes del soporte del repartidor, su color natural emerge bajo la profunda capa de óxido.

    Renault 4 TL 1987 - Componentes del repartidor de frenada pulidos y listos para pintar.
    Después de limpiarlas las preparo para pintar, primero con imprimación antioxidante y luego con pintura negra acrílica.

    Renault 4 TL 1987 - Componentes del  soporte de repartidor de frenada imprimados.

    Renault 4 TL 1987 - Componentes del repartidor de freno pintados
    Finalizado el proceso de pintura montamos el repartidor nuevo en el soporte restaurado.

    Recordemos como estaba...

    
    Renault 4 TL 1987 - Repartidor de frenada  con su soporte .
    Así estaba al desmontarlo.
    
     Y tras el cambio de repartidor y la restauración del resto de piezas, así ha quedado:

    
    Renault 4 TL 1987 - Repartidor nuevo Bendix (Gracias Miguel Ángel)  con el soporte y los muelles lijados, pulidos, imprimados y pintados.
    
     Ya tenemos el repartidor de frenada listo, siguiendo los pasos inversos a su desmontaje lo dejamos instalado de nuevo.  Le toca el turno a los tubos de freno.


    Racor derecho del tubo de frenos transversal.  A partir de aquí el tubo se embarca en un recorrido bastante cabrón en el que empieza atravesando la viga del chasis por el agujero que se ve en la foto, curvas cerradas para sortear el depósito de combustible y  catarsis final en la llegada al repartidor de frenada.

    Degradadas las tuercas de los racores, no hay solución, hay que sustituir cada tramo de  tubo  y sus racores.   La combinación de tubos y racores nos las pueden hacer en talleres especializados en frenos y en almacenes de suministros hidráulicos.  También podemos  comprar el tubo por metros, la herramienta para cortar y  abocardar los extremos y los racores.

    Esto último, a pesar de que me lo desaconsejaron,  fue mi primera opción.  Compré el tubo por metros en Amazón, la herramienta para abocardarlo y los racores, pero la rosca de estos no me valían porque usan el sistema métrico y las roscas del R4 van en pulgadas.

    Añado estas líneas mucho después de haber terminado la restauración de los frenos traseros de MIHail, para incluir el reciente aporte de los chicos del canal de YouTube  "PetrolHeadGarage"  que para mí es la mejor, más clara y más honesta entrada, de como hacerse los frenos uno mismo. Ojalá la hubiera visto antes.


    Antes de seguir, añado las medidas de tubos y racores por si alguien se anima a hacerse las tuberías por si mismo.

    Tubos de freno:

    Anchura exterior: 3/16" o lo que es lo mismo 4,85" (ver foto)
    Anchura interior: 3,09 mm (ver foto)
    Racores: 3/8" x 24 con tuerca M10


    
    Renault 4 TL 1987 - Tubería de freno. Ancho 4,85 mm (en realidad 4,76 mm) o  lo que es lo mismo 3/16" = 0,18"
    Renault 4 TL 1987 - Tubo de frenos - Ancho interior: 3,09 mm
     
    Renault 4 TL 1987 - Racor - tuerca M10 ó 3/8"

    
    Renault 4 TL 1987 - Racor - ancho zona roscada (aproximado) rosca 3/8 x 24 (la medida real en mm es 9,52)

    Renault 4 TL 1987 - Racor - longitud 18,5 milímetros (incluyendo la cabeza de la tuerca)

    Como decía,  no fui capaz de encontrar los racores de 3/8 x 24 y al final acabé acudiendo a un taller especializado en la materia, en mi caso Tecnifrenos, en el complejo del Centro de Transportes de Madrid, donde me hicieron los dos tramos de tubo que necesitaba y donde además compré algunos racores sueltos para  futuros apaños.  Por cierto que cada racor ronda la nada desdeñable cantidad de 2,50 euros.

    El tubo de 52 cm montado con sus racores, me costó unos 20 euros y el largo de aproximadamente 1 metro, unos 22 euros.

    Para quien no lo sepa, allí te dan los tubos rectos y luego eres tú el que tiene que darle la forma como buenamente puedas. En mi caso había comprado una herramienta específica para hacer las curvas, pero en la práctica no pude utilizarla por no caber en los recovecos donde me hubiera sido necesaria.  En cualquier caso, el objeto de la herramienta es no pinzar las tuberías al doblarlas, y eso es difícil que ocurra aun haciéndolo con los dedos.

    Herramienta dobladora de tubos. Amazon 16,00€

    Hoy le ha tocado el turno a los tubos de freno a los que quiero dar color.   Pintar estas piezas no tiene  sentido funcional ya que el cobre no se oxida y tampoco tiene mucho sentido estético, porque son elementos que casi no se ven. Lo sé:  es una frikada. Pero en cualquier caso, quiero que cuando se repare en ellos, parezcan las venas del coche y por eso los voy a pintar de color sangre. También es una forma de hacer que el R4 no deje de ser un R4 y al mismo tiempo sea cada vez más nuestro R4.

    Renault 4 TL 1987 - Tubos de freno del eje trasero en fase de imprimación

    Renault 4 TL 1987 - Tubos de freno del eje trasero imprimados.

    Renault 4 TL 1987 - Tubos de freno del eje trasero en fase de pintado.

    Continuará... 







    viernes, 18 de octubre de 2019

    Renault 4L - Restuaración Eje delantero - Capítulo 1º - Las pinzas de freno

    Aprovechando que tengo el eje delantero de MIHail desmontado, vamos a realizar una puesta al día de las pinzas de frenos.

    Partimos de aquí:  Una pinza de freno desmontada del R4 a la que vamos a darle un poquito de cariño.

    Renault 4L 1987 - Estado original de la pinza de freno

    Después de darle un buen lavado para quitarle toda la mugre, lo lijamos con el taladro para dejar la pieza con el metal a la vista.

    Protegemos con cinta de carrocero el pistón y su guardapolvos de goma,  las roscas donde se inserta el latiguillo y la válvula de purgado.

    Con la pieza limpia y encintadas aquellas partes donde no queremos que pueda colarse la pintura, pintamos con pintura anticalórica en spray.

    Renault 4L - Pinza recién pintada.
    El guardapolvos de goma estaba hecho papilla, así que compré un recambio que incluye el guardapolvos y un anillo de goma que va insertado por dentro del alojamiento del pistón como última barrera para que no se pueda colar nada que impida el normal deslizamiento del pistón.


    Renault 4L - Recambio de guardapolvos y junta de goma del pistón.

    Renault 4L - Juego de reparación de la pinza de freno - marca AUTOFREN modelo D4012 (sistema Bendix)

    Renault 4L - Juego de reparación de pinza de freno

    Para extraer el pistón de freno de la pinza, una vez que ésta está fuera del vehículo y desconectada del latiguillo hay que utilizar un compresor e inyectar aire a presión por la boca de entrada del líquido de frenos.   ¡Ojo! que me advirtieron que el pistón podía salir volando y no lo tomé muy enserio, pero así fue, al inyectar aire el pistón sale disparado como una bala de cañón, por suerte no hubo bajas ni personales ni materiales.  Recomiendo encarecidamente meter un tope de madera o algo que impida que salga hasta el final.

    Una vez extraído el pistón lo cepillamos con el taladro hasta dejarlo como nuevo.


    Con el pistón fuera mojamos el anillo de goma en líquido de frenos y lo insertamos en la ranura del interior de la pinza (no confundirse y ponerlo en  la ranura del pistón)

    Renault 4L - ubicación del anillo de goma del pistón

    Devolver el pistón a su sitio me costó más de lo esperado.  Mi procedimiento fue algo expeditivo y seguro que se puede hacer de una manera menos invasiva.   

    Lo primero es embocar el pistón con su alojamiento en la pinza lo más recto posible.  Luego coloqué una tabla sobre el borde del pistón que golpeé con un martillo hasta que se introdujo un centímetro o dos y a partir de ahí con un reposicionador de pistones de frenos que no deja de ser una especie de prensa específica, lo terminé de llevar a su sitio.

    Reposicionador de pistones de freno.  Cuesta 17,25 € y aquí tenéis el enlace de ebay


    En esta foto ya tenemos el pistón devuelta a su sitio y colocado el guardapolvos.



    En esta otra vista lateral se aprecia como queda colocado el guardapolvos con un borde insertado entre la pinza y el pistón y otro en la ranura del pistón



    Aquí otra foto con el guardapolvos a medio quitar para que no queden dudas sobre la colocación del guardapolvos.





    Como puede verse de  tanto trajín la pintura roja ha quedado un poco perjudicada, así que me tocará darle una nueva mano de pintura para dejarlo perfecto, como MIHail se merece.







    jueves, 30 de mayo de 2019

    Renault 4L - Cambio del techo rígido por el techo de lona del Twingo.

    En la época en la que aun se podían comprar los Renault 4 en los concesionarios oficiales, existía la posibilidad de adquirirlos en versión descapotable.

    La opción no era caprichosa, el aire acondicionado es una utopía en este vehículo cuya motorización más potente no pasó de 38 cv y que de serie nunca tuvo ningún tipo de aislamiento térmico en la carrocería.

    Si  combinamos lo anterior con los meses veraniegos y con una buena superficie acristalada, obtenemos un pequeño horno sobre ruedas llamado R4.

    Hoy en día, son escasísimos y muy caros, los R4 descapotables supervivientes,  pero aun es posible convertir un cuatrolatas convencional en un simpático convertible, adaptando el techo de lona que se montaron en algunas versiones de la primera generación de Renault Twingo.

    Renault Twingo descapotable de serie
    Estos techos, que aparecen y desaparecen en anuncios publicados en plataformas de venta online como Milanuncios o Wallapop,  se ofrecen a precios que oscilan entre lo racional y lo demencial, lo que no se corresponde necesariamente con su estado de conservación.

    Como casi todo en esta vida, se trata de estar atento y esperar la oportunidad adecuada.

    Alguien levanta la liebre en un grupo de whatsapp dedicado al cuatrolatas: un tipo en Barcelona tiene a la venta como diez techos de Twingo.

    El mismo forero que da el aviso, es en si mismo un fanático de los R4 descapotables.  Hace ya años que se descapotó el suyo y en este momento de su vida, debe llevar ya 4 ó 5 unidades "destechadas". Nadie mejor que él para ocuparse de la parte quirúrgica.

    Tres cuatrolateros nos subimos al carro para abaratar costes.   El envío se realizará desde Barcelona hasta Aranda de Duero y hasta allí hemos de acudir con nuestros R4 para el montaje.

    Anuncio de Wallapop de venta de techos escamoteables de Renault Twingo

    334 kilómetros entre la ida y la vuelta separan Carabanchel de Aranda del Duero. No es un kilometraje excesivo para un coche de hoy en día, pero es toda una aventura si los recorres en un vehículo de hace 32 años al que le faltan muchas cosas por poner a punto y que además tiene el motor de arranque fundido.

    Además, y según la ITV, en computo global,  MIHail no ha recorrido esa cantidad de kilómetros al menos en los 6 años anteriores a caer en nuestras manos. Va siendo hora de quitarle las telarañas ¿Llegaremos?

    Durante los días previos vamos preparando el coche, primero destapizando el techo, y segundo, ensayando el arranque a empujones del que un día fui especialista con "Vetusto" mi viejo R6, del que tristemente me despedí hace más de 20 años.

    Llegado el día D, y dado que al no funcionar el motor de arranque no podremos parar hasta llegar al destino,  repostamos garrafa en ristre,  10 litros de combustible con su correspondiente aditivo. Se supone que con lo que ya hay y con lo que añadimos al depósito, nos dará para ir y volver de manera holgada.

    Repostando antes de salir.
    Con la Pepa en el asiento de atrás y Gema en el del copiloto, Vicente, mi vecino de "cochera", nos da el empujón de salida y nos ponemos en marcha.

    No las tengo todas conmigo de que la cosa salga bien.  Cuando desde Santa María de la Cabeza cojo el túnel que nos incorpora a la M-30 voy conduciendo "más tenso que cagando sin pestillo", pero al mismo tiempo el coche no da ninguna señal de flaqueza.

    Túnel para incorporarnos a la M-30
    M-30 zona Puente de Ventas.
    Después de unos minutos de conducción, el habitáculo comienza a calentarse.  Poso la mano en la zona del cortafuegos y la temperatura es notoria...  Empiezo a sudar y no sólo de calor.

    Gema se da cuenta de que llevamos la calefacción encendida, falsa alarma,  MIHail sigue adelante sin problemas.

    N-I  dirección Somosierra.
    Tomada la Nacional I, mantenemos una velocidad de crucero de entre 110 y 120 km/h, a parte de un motor levemente  más ruidoso de lo que recordaba y cierta temblorina en la dirección que achaco a un mal alineado de las ruedas, todo va bien.

    N-I primeras rampas serias.
    Los problemas de verdad comienzan cuando llegan las primeras rampas antes del puerto de Somosierra, el motor se ahoga, pierde revoluciones y la velocidad cae.  Reduzco a tercera y el coche sigue sufriendo.  Acabo bajando a segunda y la velocidad no llega ya a los 60 km/h.  Ponemos las luces de emergencia, vamos por debajo de la velocidad mínima legal en autopista y tengo miedo de que nos embistan.  Por suerte encontramos refugio a rebufo de un "vehículo longo" que debe ir cargado hasta las trancas.  Agradecemos muchísimo la presencia de este
    camión que nos hace mucho más visibles a los demás conductores. Dicen que Dios aprieta pero no ahoga.

    N-I  Puerto de Somosierra
     Aunque de manera angustiosa, coronamos el puerto e iniciamos el descenso.  Hemos sufrido, pero mucho se tiene que torcer la cosa para que no lleguemos sobre nuestras ruedas al punto de encuentro en Fuentespina, junto a Aranda de Duero.

    Fuentespina - Llegada a destino.
    A pesar de nuestra lamentable velocidad de crucero, hemos llegado antes de la hora, así que dejamos el coche en una cuesta abajo para poderlo arrancar más tarde, y salimos a estirar las piernas y tomar algo.

    Fuentespina es un pueblo tranquilo, demasiado tranquilo diría yo. Ni siquiera tiene un cajero automático.

    Lo que a los forasteros nos parece una simple molestia, se convierte en un auténtico problemón en el día a día de personas como el paisano con el que charlamos en el bar del pueblo,  que por edad ya no podía conducir y para el que acercarse a la vecina Aranda para disponer de dinero de bolsillo,  le suponía una auténtica batalla. 

    Paradojas de la vida, mientras los pueblos se mueren, en las grandes ciudades nos apiñamos unos encima de otros y casi no podemos respirar.

    Finalmente nos reunimos con mi tocallo Alberto y después de conocer su famosísima "nave" y dejar guardado allí a MIHail, nos vamos a Aranda a comer.

    Este chaval puede ser tranquilamente una de las personas que más saben en el mundillo de los clásicos  setenteros y ochenteros de Renault, pero además es una buen tipo y un anfitrión cojonudo.  Es un honor y un placer compartir el día con él.
    
    Gema, Pepa, Alberto y yo camino de repostar las barrigas para disfrutar con fuerzas de una tarde mecánica.
    
    La nave de Alberto

    De vuelta a la nave, Gema y Pepa se van a dar un paseo por el campo mientras por mi parte, deambulo por el local lleno de sana envidia por lo que  estos chicos tienen aquí.  No todos los días se topa uno con el R4 mítico de Alberto, su R7 y su grupo de colegas renoleros.   Insisto en lo de la sana envidia.

    Nada más abrir el capot los ojos de Alberto se detienen en el delco. Hay un cable de bujía que se ha soltado... hemos venido desde Madrid en tres cilindros y aun así hemos llegado.

    Un cable de bujía desconectado explica a la vez la falta de potencia, el sonido voluminoso del motor y las pequeñas vibraciones.   MIHail tiene goteras pero también tiene un corazón rocoso.

    Interior de la nave de Alberto y su grupo de aficionados.
    Después de encintar el techo, marcarlo con la plantilla y proteger la tapicería de las virutas metálicas, llega la hora de la verdad. La hora de despedirse del techo metálico. 

    Siempre hay dudas acerca de si nos arrepentiremos o no, pero la mayoría de las decisiones de la vida que implican cambios tienen ese componente de incertidumbre.

    En este caso perdemos seguridad ante un eventual vuelco, pero tampoco es que se pueda vivir pensando en situaciones extremas que no tienen porqué producirse. Este coche es para conducir con prudencia y disfrutarlo sin excesos.



    Poco a poco la transformación del tejado de MIHail avanza de manera irreversible.


    Tras unos minutos de concienzudo trabajo con el taladro y la caladora, este es el resultado:


    En un par de horas queda concluida las fases de corte de la chapa y montaje del nuevo techo de lona.  Para ese momento Gema y Pepa ya han vuelto de su paseo por el monte de los alrededores.

    Alrededores de Fuentespina
    Pepa viene realmente machacada. Me cuentan que no ha dejado de correr un solo conejo y que no puede con ninguna de sus cuatro patas.  De nuevo, otro miembro de la expedición carabanchelera encuentra de gran utilidad el equipamiento interno de la nave.


    Otra parte muy importante de las instalaciones, es este rincón con la barra y la nevera.



    Con el trabajo terminado empiezan a aperecer por allí otros "socios" de la nave... todos ellos enamorados de los clásicos, a cada cual más majete.


    Ya solo queda despedirse, ser empujados para arrancar y tomar el camino de vuelta a casa. Esta vez con los cuatro cilindros del motor conectados y con todo el músculo del motor sierra de 1.1108 cc y sus 38 caballos haciendo girar las ruedas. 


    
    Viaje de regreso con el techo descapotado.
    Ni las rampas más duras nos hacen reducir la velocidad por debajo de los 90/100 kilómetros por hora y en las rectas y las bajadas tenemos que controlar el pie en el acelerador para no venirnos arriba y pasar de los 130.

    Sin embargo, nos vemos obligados a parar en La Cabrera para repostar.   El viaje de ida, con el coche en tres cilindros, se ha traducido en un mayor consumo de combustible y la vuelta, con la alegría del motor en plenitud y el pie pisando con alegría el acelerador, no nos han hecho ser comedidos en el consumo.

    Paramos en la gasolinera del hotel Cancho del Águila, que nos trae muy buenos recuerdos de cuando iniciábamos nuestra relación Gema y yo, pensando que tendremos que empujar a MIHail para retomar la marcha, pero no.  El viejo cuatrolatas está contento y al girar la llave, nos regala el canto del cisne de su motor de arranque, salimos de allí con toda la dignidad del mundo.

    
    N-I dirección Madrid.
    Llegamos a nuestra cochera del barrio de Abrantes en Carabanchel sin mayor problema, guardamos a MIHail y nos volvemos en el Ibiza a casa.

    Todo ha salido bien, estamos contentos porque hemos vivido otra aventura renolera que nos ha llevado a conocer a gente maja y muy interesante y encima, ya tenemos descapotable.

    Si lees esto, gracias Alberto por el techo, la amabilidad y todo lo demás. Nos volveremos a ver.

    
    R4 TL 1987 - Con capota de Twingo instalada.

    Renault 4 Furgoneta - Cambio de latiguillos delanteros.

     Dos ITV's llevo falladas por descompensación de frenada en el eje delantero.  Hace unos meses cambié la bomba y lo primero que pensé es...